La ilusión de un mundo libre de armas atómicas se desvance: se están desarrollando nuevas armas nucleares, informa el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, en su informe anual.

2017 fue un año especial para quienes luchan contra las armas nucleares: 122 Estados Miembros de las Naciones Unidas firmaron un acuerdo para ni producirlas ni adquirirlas. Sin embargo, el objetivo de un mundo libre de armas atómicas no está más cerca.

Según las últimas estimaciones del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), todavía hay 14.465 armas nucleares que se encuentran en manos de sólo nueve países: EE.UU., Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. Aunque estas nueve naciones son pocas, ni siquiera piensan en renunciar a sus arsenales nucleares.

En comparación al año pasado, el número total de armas nucleares ha disminuido ligeramente, pero al mismo tiempo las existentes se están modernizando, destaca Shannon Kile, jefe del proyecto sobre armas nucleares del SIPRI. "Eso significa que las armas más antiguas serán reemplazadas, algunas tienen 40 o 50 años, pero también se desarrollará armamento nuclear con nuevas capacidades y nuevas funciones técnicas".

El gobierno de EE.UU. no confirmó hasta febrero el desarrollo de nuevas armas nucleares, cuando lanzó una versión actualizada de su doctrina nuclear. Alemania, que no tiene armas nucleares propias, se ve también afectada como miembro de la OTAN bajo el escudo nuclear de los EE.UU. La veintena de bombas atómicas estadounidenses B61 estacionadas en la región del Eifel (en el oeste de Alemania) deberán ser reemplazadas en los próximos años por sistemas de mayor precisión.

Los EE.UU. prevén invertir mucho dinero en la renovación de su arsenal nuclear: 400.000 millones de dólares hasta 2026. Para las potencias nucleares más pequeñas, como India y Pakistán, se trata, según Shannon Kile, de una especie de "carrera de armas estratégicas": desarrollan nuevas armas nucleares y aumentan al mismo tiempo su capacidad de producción de material fisible. Las armas nucleares siguen siendo un componente central de su respectiva estrategia de defensa nacional.

Kile considera que no está clara la efectividad de los tratados internacionales: "Lo que me preocupa en este momento es que la relación política y estratégica entre EE.UU. y Rusia se ha derrumbado… y ambos países juntos tienen el 92 por ciento de todas las armas nucleares".

El experto teme que los acuerdos de desarme más importantes, como el "New START", con vencimiento en los próximos años, no sean reemplazados por otros nuevos. En ese caso, no habría restricciones contractuales sobre la limitación de arsenales. "Nos estamos alejando claramente de la visión de Barack Obama de un mundo libre de armas nucleares en 2009", resume.

El rápido progreso técnico alcanzado por Corea del Norte, que en doce meses ha probado bombas nucleares y misiles de largo alcance, resulta sorprendente para el experto del SIPRI, que lleva años monitoriando la evolución de los nueve países nucleares. No está claro, considera, que la reunión entre Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, vaya a conducir a un desarme nuclear efectivo. "Soy un poco escéptico", admite. Pero la cumbre abrió la puerta para avanzar con medidas de fomento de la confianza.

En su "Informe anual 2018", los investigadores del SIPRI compilaron datos que ponen de relieve la delicada situación de seguridad: nunca antes, desde el final de la Guerra Fría, se gastó tanto dinero en defensa como en 2017. La suma del gasto militar mundial fue de 1.739.000 millones de dólares, 230 dólares por cada habitante del planeta. En 2016, el gasto per capita en armamento era todavía de 227 dólares.

Este aumento se explica por un mayor gasto militar en algunas, aunque no en todas, las regiones del mundo. Sorprende el aumento en Asia: por ejemplo, China incrementó su presupuesto de defensa en un 5,6 por ciento hasta los 228.000 millones de dólares. En Europa, mientras los países del Este gastaron significativamente menos en defensa en 2017 que en el año anterior, los de Europa Central y Occidental aumentaron sus presupuestos militares. 

Alemania destinó el año pasado 37.000 millones de euros (unos 43.500 millones de dólares) al ejército, lo que representa unos 2.000 millones de euros más que el año anterior. El presupuesto de defensa más alto de todos los países se mantiene sin cambios: el de EE.UU., con 610.000 millones de dólares. Le siguen China, Arabia Saudí y Rusia.

Según los investigadores de Estocolmo, otra tendencia continúa: el comercio mundial de equipos militares sigue creciendo tras alcanzar su nivel más bajo a principios de la década del año 2000. Entre los mayores exportadores de armas se cuenta Alemania: tras EE.UU., Rusia y Francia, el país es el cuarto mayor exportador de equipos militares del mundo.

Estocolmo, 20 de junio de 2018.

Por Redacción Ecos.

Foto: Voces del Periodista Diario

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