En los últimos años, gracias a los avances tecnológicos, nuevos equipos electrónicos han salido al mercado. Esto da paso a que los productos electrónicos más antiguos o menos modernos sean desechados, al igual que los dispositivos que han finalizado su ciclo de vida útil. En la mayoría de los casos, estos residuos no son procesados adecuadamente, lo que genera un riesgo ecológico preocupante y en aumento.

Según Edgar Erazo, Director Ejecutivo de Ecocómputo, entidad perteneciente a la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), aproximadamente el 80% de estos residuos son reutilizables. Los aparatos electrónicos contienen metales de corrientes limpias aprovechables. Elementos como el oro, hierro, aluminio, plata, entre otros.

La recolección de estos elementos se denomina “minería urbana”. El inconveniente con este tipo de minería, se debe a que estos dispositivos, además de tener en su interior estos metales reutilizables, tienen metales pesados y contaminantes, tales como el mercurio, plomo, cadmio, entre otros. Materiales que deben tener un proceso de recuperación mucho más cuidadoso que los demás. Si no se tiene el debido cuidado, pueden afectar la salud de quienes lo procesan y de quienes han tenido contacto con estos residuos.

La minería urbana, manejada correctamente, es amigable con el medio ambiente. Además de reducir notablemente la basura generada anualmente, ayuda a disminuir la presión que se está ejerciendo sobre los recursos naturales. Gracias a los materiales recuperados por la minería urbana se podrían fabricar nuevos dispositivos electrónicos con materiales de uno usado.

Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, anualmente, cada persona genera aproximadamente 0.74 kg de residuos electrónicos. Es decir, en Colombia se generan más de 3´500.000 kilogramos de basura electrónica cada año.

La ley 1672 de 2013 del Ministerio de Ambiente, la cual aún no ha sido reglamentada, establece que el productor tiene responsabilidad sobre el dispositivo, durante todas sus etapas, es decir, también debe responder por el equipo cuando su tiempo de vida útil ya terminó. Así mismo, el gobierno debe incentivar a las personas y empresas a aprovechar los residuos de aparatos electrónicos y eléctricos, por medio de beneficios y estímulos.

Pero estos desechos pueden contribuir a la Economía Sostenible. Aproximadamente las 11.500 toneladas tratadas correctamente en Colombia, han generado más de 660 empleos directos y más de 2.500 indirectos en las ciudades de Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Medellín y Pereira.

Estos empleos van desde la logística hasta los operadores que desensamblan los residuos para separar los materiales según su tipo. Además, explica Edgar, se pueden asegurar muchos más empleos en el sector de producción porque el reciclaje de estos materiales es la base para la fabricación de nuevos productos en el país y en el exterior.

Asimismo, antes de ser basura electrónica, los aparatos que funcionen, como celulares, tabletas, etc, podrían ser ofertadas a personas, escuelas y comunidades de escasos recursos y que no poseen estos aparatos. Así el ciclo útil de los equipos se completaría y las piezas puedan luego ser utilizadas como repuestos para evitar su desecho inadecuado.

También se podría concientizar a los productores y expendedores de equipos electrónicos a seguir la línea de vida de sus productos, a los fines de monitorear que no se conviertan en basura electrónica, sino que sean reciclados o utilizados.

Bogotá, D.C., 11 de julio de 2018.

Por Redacción Ecos Economía.

Foto: metro.pr

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