La congresista del Pacto Histórico destacó que “el país está saludable desde el punto de vista económico”

La congresista del Pacto Histórico destacó que “el país está saludable desde el punto de vista económico”

Por: Luis Fernando García Forero. -Los proyectos legislativos en materia económica del Gobierno están a prueba en el último periodo de sesiones del legislativo.

Para hablar sobre el tema, la senadora Clara López, con vastos conocimientos y preparación académica en materia económica, aceptó una entrevista en momentos donde los legisladores calientan motores para hacerle frente a las iniciativas radicadas por el Ejecutivo a consideración de las cámaras y donde precisamente las más controvertidas giran alrededor de los proyectos económicos.

¿Cómo ve la agenda gubernamental en materia económica presentada al Congreso?

Tiene como primer punto y el más importante para esta legislatura: el Presupuesto General de la Nación, que está ante las comisiones económicas del Senado y Cámara. Es un presupuesto por 557 billones de pesos que es austero. No significa una exageración respecto al año anterior, lo básico para suplir los aumentos de salarios y demás necesidades básicas del Estado colombiano.

¿Un presupuesto desfinanciado en $26 billones, qué opinión le merece?

Exactamente, es uno de los grandes cuestionamientos al interior del Congreso y del Gobierno que ya lo reconoce.

¿Cómo observa el trámite de esa iniciativa, conseguir $26 billones sin consenso?

Son 26 billones, una cifra sustancial superior a la reforma tributaria del primer año de gobierno, pero claro, con inflación es más o menos el mismo porcentaje en términos reales, descontando la inflación.

¿Cómo conseguir los $26 billones?

Sí, una necesidad que viene en un mal momento, entramos en la recta final del gobierno, en el proceso electoral donde los senadores y representantes se cuidan mucho de aprobar medidas impopulares.Lo que se pretende es lograr, a través de una ley de financiamiento o una reforma tributaria, que no toque de ninguna manera a los sectores populares.

¿A qué sectores afectaría?

Por ejemplo, el tema de las apuestas internacionales para generar un impuesto sobre actividades que no son productivas, que no pagan un solo centavo y son millones de dólares mensuales, especialmente cuando hay campeonatos mundiales como en el de fútbol. En ese aspecto, hay unos espacios para una tributación importante, pero desde luego, sí se tendrá que poner mayor impuesto a las actividades productivas.

¿No cree que la oposición es muy fuerte en ese tema y en un momento donde están los congresistas preparándose para el proceso electoral?

Sin lugar a dudas. Aquí los senadores y representantes tendremos que escoger si vamos a hacerle oposición al país en aras de una reelección en el Congreso. Me parece un mal negocio, porque la ciudadanía ya es más y más consciente de las necesidades y de las afujías financieras del Estado colombiano y tiene que entender que si no financiamos el presupuesto, perdemos todos. Un tema muy complejo.

¿Otro PGN por decreto?

Es posible que se llegue a ese camino. Yo invitaría a los colegas a ser responsables.

¿Esperaría que se abriera el debate?

Es siempre mejor que tenga el análisis y la discusión del Congreso de la República. El del año pasado ni siquiera lo quisieron discutir. Lo mismo que inicialmente pasó con la reforma laboral y que solamente el llamado a una consulta popular los hizo entrar en razón y discutir el tema. Es nuestra responsabilidad, no podemos ser inferiores a las necesidades del Estado colombiano.

¿Tienen las mayorías en las comisiones económicas?

En la comisión económica del Senado se centra el núcleo de la oposición sistemática al Gobierno. El presidente de la Comisión ya lo ha anunciado y otros senadores han expresado que no van a aprobar nuevos impuestos, no darle curso a la financiación real que requiere el presupuesto nacional y eso es muy significativo. Están poniendo en peligro un equilibrio macroeconómico en un país cuya economía va bien, a pesar de los anuncios catastróficos de la oposición.

¿En qué aspectos resalta que la economía va bien?

El país está creciendo al 2%, el desempleo está en su nivel más bajo en 20 años con el 8,7%, la inflación se va disminuyendo del 13% que recibimos y ahora apenas el 4%. Estos son los indicadores básicos macroeconómicos que muestran la estabilidad económica y que el país está saludable desde el punto de vista económico.

¿Con problemas fiscales?

Un déficit fiscal grande, una exigencia que desde luego viene arrastrada desde la pandemia. La pandemia no la pagó el gobierno anterior, la está pagando este gobierno y en eso tenemos que ser conscientes. El subsidio de gasolina no lo pagó el gobierno anterior, lo está pagando este gobierno; entonces, el tema que seamos un mismo Estado con cambio de la orientación política del gobierno, no puede significar esta oposición sistemática, porque a fin de cuentas al que le hace daño es a la persona de a pie. Insisto, la persona de a pie no es la que va a pagar estos impuestos, van a ser los grandes capitales, aquellas actividades como las apuestas que no son un valor agregado productivo a la sociedad.

¿Cómo hacer para buscar la unidad nacional?

Ojalá el Congreso sea fundamental para buscarla que es la misma que tiene que hacer el Gobierno.

¿Lo logrará el Congreso?

Bueno, en eso estamos, no va a ser fácil, hay demasiados puntos de diferencia, pero nos debería unir Colombia, creo que ese es el llamado que vamos a hacer en todo este proceso.

Bogotá, D. C, 10 de agosto de 2025

Fuente: Oficina de Información y Prensa Senado. 

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“Desde el territorio tenemos que buscar una paz integral, no es solamente diálogo, es definir cómo va a hacer esa sustitución de cultivos ilícitos donde muchas comunidades ya han hecho propuestas y que nos parece importante ponerlas en marcha desde el gobierno nacional”, destaca la presidente de la Comisión de Paz del Senado Aida Quilcué.

Por Luis Fernando García Forero. El Congreso de la república no ha dejado de ser protagonista desde el ámbito legislativo y político en mecanismos que permitan lograr una paz verdadera.

La Comisión de Paz del Senado, en desarrollo de su trabajo en el tercer periodo legislativo del gobierno Petro, innovó y decidió descentralizar sus sesiones y audiencias frente a las comunidades de las diferentes regiones y localidades de Colombia, principalmente en las zonas de conflicto.

Sobre ese tema y otros que rodean la búsqueda de la paz en el país, interrogamos a la senadora indígena y presidente de la Comisión de Paz Aida Quilcué.     

¿Qué balance presenta como presidente de la Comisión de Paz en este periodo?

Ha sido un periodo importante por las reformas aprobadas como aporte a la construcción de paz. Estuvimos presentes en el Catatumbo escuchando a las comunidades, realizamos audiencia pública en el Cauca donde se constituyó una comisión de impulso al diálogo. También una audiencia pública en Nariño, porque es indudable, e insisto, la paz comienza desde las regiones.

¿Si bien es cierto,  es importante la presencia de la comisión en las regiones, que más se debe llevar a cabo o implementar para disminuir el conflicto?

Es fundamental implementar la inversión social en el territorio.  De acuerdo a lo dicho por el presidente Gustavo Petro en el marco de los pactos a que se lleguen y establecer cómo lograr unas rutas jurídicas que nos permita avanzar en este proceso de paz territorial.

¿Qué opinión le merece el anuncio presidencial de crear Zonas de Ubicación Temporal (ZUT) como estrategia de avanzar en la paz total?

Con la Comisión de Paz tenemos la experiencia de Nariño donde el Gobernador y comunidades étnicas, grupos sociales que viven en la zona rural y urbana afectadas por la violencia, han avanzado y la paz total, no ha sido tan fallida. Desde que se construya con la participación de las comunidades y actores importantes de dicha región, esto funciona. Lo de Nariño tendrá vacíos, pero es importante destacar el avance que ha tenido.

¿Y en las demás regiones de conflicto?

Termina siendo positivo si las comunidades y organizaciones exponen directamente las preocupaciones de lo que sería esa zona temporal. Hay que generar confianza, la paz no se logra solo con avanzar en la seguridad desde la fuerza pública, que es fundamental. Los diálogos son necesarios e importantes, para avanzar en esa paz territorial.

¿Qué hacer con el ELN?

El Congreso cumplió con legislar en el marco de la ley de la paz total y puso a disposición en este marco la iniciativa y todas las condiciones para los diálogos. Lamentablemente ha fallado. No hubo esa seriedad del diálogo, sobre todo con este grupo, porque una cosa se hablaba en la mesa y otra cosa pasaba en las regiones. Por eso toma importancia ese diálogo desde las regiones, porque no se habla solamente con los que están en la cabeza de estas organizaciones, sino con los que afectan directamente el territorio. Eso es fundamental.

Están suspendidos los diálogos con el ELN. ¿Van de mal en peor?

Es necesario reactivar diálogos con el ELN en condiciones serias para disminuir la guerra en los territorios.

¿No hay duda que el ELN cayó en el narcotráfico?

Para nadie es un secreto en el país que las mafias se tomaron estos grupos, sin embargo, el presidente Petro de manera reiterada ha llamado a estas organizaciones que se separen un poco de ese negocio y puedan dialogar y desescalar el tema del conflicto. Desde esta comisión lo que más queremos y sobre todo más allá de ser presidenta, vengo de una región como el Cauca que lo que pasa en el Cauca pasa en el Catatumbo, también en el Chocó. Queremos que la gente no siga sufriendo estos flagelos de la guerra, de verdad, ha sido muy, muy terrible lo que vivimos porque el reclutamiento y los asesinatos han sido muy fuertes. En ese sentido me parece fundamental avanzar en estos temas tan importantes de la paz desde los territorios.

¿Definitivamente el fenómeno del narcotráfico impide que haya paz en Colombia?

Claro, la forma como lo han utilizado pues termina siendo el combustible también de la guerra de manera ilícita. Desde el territorio tenemos que buscar una paz integral, no es solamente el diálogo, es también definir cómo va a hacer esa sustitución. Muchas comunidades ya han hecho propuestas y nos parece importante ponerlas en marcha desde el gobierno nacional.

¿Cree todavía que es posible alcanzar la paz con el narcotráfico en pleno furor?

Creo que se puede. Es importante que las distintas carteras del gobierno y sobre todo responsables de este tema, puedan y podamos avanzar con el control de los cultivos ilícitos. Muchas comunidades han manifestado que quieren sustituir, pero necesitamos un programa que sustituya esos cultivos y que se miren otros mecanismos. Todo en Colombia es posible, el lío es que quienes viven de la guerra y también del combustible del narcotráfico, tampoco dejan. No es un secreto para el país, son grandes mafias, para ellos es el negocio y no van a dejar que esto se sustituya. Si se trabaja entre las comunidades sería importante y fundamental para lograr la paz.

¿Ve un ambiente que garantice un proceso electoral en paz?

Si este tema del cual estamos intentando desarrollar en el Cauca y ojalá en otras regiones del país avanza, sería importante para lograrlo. No deja de ser difícil la situación, sobre todo en una coyuntura como esta donde está empezando la época electoral. No es solo un tema de inseguridad o de guerra en los territorios, sino que también en las ciudades se volvió inseguro. Tenemos que avanzar y seguir apostando en medio de esta situación, al tema de la paz.

¿Está fracasando el gobierno en el tema de la paz total?

Diría que no es el gobierno, porque no olvidemos que la guerra viene desde hace más de 50 años y para los pueblos indígenas en un proceso milenario.

¿El Congreso ha sido inferior a la implementación del acuerdo de paz con la FARC?

Creo que hay muchos temas encontrados. En la bancada del cambio hemos estado comprometidos con cumplir esa causa.

¿Seguir al frente de dicha comisión es insistir en que la paz comienza en las regiones?

Así es.

Bogotá D.C 07 de Julio 2025

Fuente: Prensa Senado

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El presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado de la República, Guido Echeverri Piedrahita, fue certero en afirmar que después de la promulgación de la Constitución de 1991, “el Congreso no ha tocado aspectos fundamentales para un nuevo orden territorial en Colombia, solo unos pocos avances legislativos sobre el tema”.

Un tema que ronda a los legisladores desde que la Asamblea Nacional Constituyente no le alcanzó el tiempo en sus deliberaciones para definir lo de una división política y administrativa de Colombia. Por eso, dejó la misión al Congreso para que estableciera una ley orgánica de reordenamiento territorial. Es una tarea aún pendiente. ¿Por qué?

Por Luis Fernando García Forero. El presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado de la República, Guido Echeverri Piedrahita, fue certero en afirmar que después de la promulgación de la Constitución de 1991, “el Congreso no ha tocado aspectos fundamentales para un nuevo orden territorial en Colombia, solo unos pocos avances legislativos sobre el tema”.

El senador Guido Echeverri Piedrahita, con gran experiencia como congresista, en la academia, toda vez que fue rector de la Escuela de Administración Pública -ESAP- y, exgobernador de Caldas, fue vehemente en señalar que la centralización sigue siendo una constante en Colombia, sin embargo, dijo que poco a poco se ha ido legislando para disminuirla.

Destacó que “La aprobación recientemente del Acto Legislativo que reforma el sistema general de participaciones para aumentar las transferencias del Estado Central a las entidades territoriales, es un ejemplo de avance para el fortalecimiento de los territorios, pero no lo es todo”.

Enfatizó que esa iniciativa se convirtió en un instrumento que revive la necesidad de una nueva relación entre el Estado Central y las Entidades Territoriales.

Echeverri Piedrahita resalta que una de las grandes dificultades para cumplir el desarrollo de un proyecto de ley orgánico de ordenamiento territorial, es el tema de las circunscripciones electorales.

Fue directo en señalar: “Es muy difícil remover normas que han permitido que quienes deciden en esa materia, estén hoy en día ocupando ese escenario, donde se toman esas decisiones”.

Echeverri Piedrahita fue vehemente en defender a los departamentos y dijo no estar de acuerdo en que desaparezcan.

Argumentó que “La institución departamental ha ganado mucha legitimidad en Colombia y la gente tiene un sentimiento muy especial con su departamento, de tal manera, me parece, que hablar de regiones y pretender cambiar los límites geográficos de los departamentos, intoxica un poco el tema”.

El congresista caldense Echeverri Piedrahita quien además de presidir la COT, forma parte de la Comisión Sexta del Senado, dijo que “cuando se logren procesos asociativos territoriales, se superen las fronteras departamentales consultando más los aspectos regionales, se podrá reordenar el territorio, fundamentalmente en términos de competencias para las entidades territoriales, insisto, sin tocar los departamentos".

No dejo por fuera en las preguntas y su análisis sobre el tema, a las Regiones Administrativas y de Planificación-RAP- y dijo que han permitido un avance para los territorios, “pero muy tímido”.

Enfatizó que las RAP “representan un proceso asociativo que fortalece el peso político de varios departamentos que se unifican para reclamar del Estado central decisiones que lo favorezcan, sin embargo, no tiene los dientes que les permitan efectivamente constituirse en un verdadero instrumento de descentralización”.

Al preguntarle sobre un Estado Federal, Echeverri Piedrahita respondió: “Los departamentos deberían tener un nivel de autonomía que los hiciera casi autónomos en materia tributaria, en sus planes de desarrollo, en tener sus propias normas. Allá debemos llegar, sin embargo, siendo este tema tan sensible, mejor ir despacio y primero profundizar sobre la descentralización, antes de llegar a una Colombia auténticamente federal”.

Bogotá, D. C, 17 de mayo de 2025.

Fuente: Oficina de Información y Prensa-Senado de Colombia.

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El empresario Maurice Armitage, exalcalde de Cali, habló de la reforma laboral, de la salud, de la Consulta Popular; del estado de la economía, de la posibilidad de ser candidato presidencial y del gobierno del Presidente Gustavo Petro.

El empresario Maurice Armitage, exalcalde de Cali, habló de la reforma laboral, de la salud, de la Consulta Popular; del estado de la economía, de la posibilidad de ser candidato presidencial y del gobierno del Presidente Gustavo Petro.

En el diálogo cree en un acuerdo nacional y está en una orilla diferente a la de otros empresarios que se oponen al cambio.

Maurice Armitage Cadavid habla sin filtro. Así se le conoce porque opina sin cálculos políticos. Ha pregonado la repartición de la riqueza y la mejora en las condiciones laborales de los trabajadores. “Tenemos que trabajar para ser un país más justo", dice el empresario de 80 años cada vez que tiene la oportunidad de analizar la situación del país.

Es presidente de la Siderúrgica de Occidente y ha estado vinculado a diversas empresas del Valle del Cauca. Se le conoce, entre otras cosas, por repartir las utilidades con los trabajadores.

El 9 de septiembre de 2024 se reunió con el Presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño para hablar de la situación de la industria siderúrgica del país. Al final del encuentro Armitage les dijo a los medios: “Yo le decía al presidente que a ratos digo: 'Petro está loco', pero yo creo que hoy tengo que decir que no está tan loco y que nos está ayudando de verdad".

De sus orígenes siempre habla. “Mi mamá era paisa y mi papá inglés y en mi casa tomábamos té con arepa. Nací en Cali. Adoro al Valle del Cauca y al país, nunca he estado fuera de Colombia más de 15 días", dice.

La reforma laboral recibió un fuerte golpe en la Comisión VII del Senado. ¿Usted cree que el país necesita de esa reforma?

Sí. Pero tenemos que entendernos y no pelear. Los empresarios, todo el mundo, está interesado en que se les mejore la situación a los trabajadores, al menos esa es la política mía. En lo que no estoy de acuerdo es que en esa divergencia entre el trabajador y el empresario se cree una reyerta. “No le subo porque a usted no lo puedo mover o usted se ancla en la empresa". Esas son cosas que hay que arreglarlas solo hablando y dialogando.

A propósito de eso que dice, ¿confía en que aún hay tiempo de llegar a un gran Acuerdo Nacional?

Me interesa que se llegue a un acuerdo que beneficie a Colombia, al trabajador y a las empresas. La tranquilidad y dialogar hace que todos funcionemos bien.

El presidente Petro ha puesto sobre la mesa la Consulta Popular para sacar adelante las reformas sociales que requiere el país. ¿Cómo toma esa decisión?

Es una disposición democrática. Colombia tiene derecho a usarla y creo que, si no somos capaces de ponernos de acuerdo, pues no nos matemos sino que hagamos la Consulta.

En ese sentido, ¿qué sugerencia tiene para la Consulta Popular?

Pienso que lo mejor es que todos los días el trabajador esté mejor remunerado, que tenga más ingresos. Eso está claro. Y, por el otro lado, les diría a los sindicatos que no se anclen en las empresas porque eso hace que se destruya el empleo. Que no se amarren de una manera que crean que la estabilidad depende de las concesiones laborales que les hagan y no del trabajo y de la eficiencia.

Más allá de estos detalles, ¿cuál es el margen de diálogo que ve en lo laboral?

Los empresarios debemos tener claro que al trabajador hay que mejorarlo desde el punto de vista económico. Que su estabilidad la da el que las empresas sean productivas, sean rentables y den dinero. Pero no solo para pagar bien, sino para distribuir.

¿Qué opina del incremento del salario mínimo en los últimos dos años? En algunos sectores empresariales se dice que genera crisis y estancamiento.

La forma de hacer la distribución del ingreso es siempre mediante la mejora del salario mínimo. Hay que subirlo. No es ese cuento de la inflación. Nosotros como empresa tenemos que buscar economías, con energía o materias primas más baratas. Uno en la vida lucha primero para sostener a la familia y a sus trabajadores y luego para que Colombia esté bien y eso solo se logra entendiéndonos.

La oposición tiene como eje de su narrativa que la economía va mal y salió a decir, junto a representantes de gremios, que la reforma laboral acabará con miles de empleos. ¿Cómo analiza la situación y el ambiente para el desarrollo de las empresas?

La economía ha estado bastante bien. La única crítica que le hago al Gobierno es que los ministros han sido débiles a la hora de tomar decisiones importantes como las del sector siderúrgico. Me dicen que solo busqué al Presidente Petro para que nos protegiera con aranceles. Nosotros no tenemos ningún arancel. Llevamos toda la vida trabajando con la competencia internacional y ahí vamos.

Más en detalle, ¿cuál es su diagnóstico de la economía y de lo que dice la oposición?

Veo que la economía está funcionando y creo que hay más prevención que verdad. Hemos entrado en un ambiente ideológico que sí está previniendo a que se haga inversión. La gente dice que el Gobierno es comunista, pero la demostración es que la economía va bien. Lo importante es que el país también. Creo que, después de la pandemia, Colombia se ha venido estabilizando. Es necesario generar un ambiente productivo y de entendimiento. Tenemos que aprender a respetar las instituciones.

¿En qué se nota el irrespeto a las instituciones?

Algunos dicen que el Gobierno no las está respetando. Hay esa imagen y eso es preocupante.

¿El Gobierno está haciendo algo antidemocrático?

El Presidente es un demócrata y eso es un apoyo a la economía del país.

En el caso particular del Valle del Cauca, donde se mueve como empresario, ¿cómo le va al departamento?

Está funcionando. Aquí creo que la economía avanza con todas las angustias y prevenciones, que debemos acabarlas. Pido que entremos en un momento de sosiego y no de pelea.

Otro punto álgido en el forcejeo con la oposición y en la realidad misma, es la reforma a la salud y la crisis del sistema de salud por lo hecho en otros gobiernos. ¿Está de acuerdo con esta reforma?

Tengo 80 años y antes la salud era mala. Ha venido mejorando, aunque no lo que quisiéramos. Estoy de acuerdo con el Presidente Petro en que hay que llevar la salud a las regiones, a los sitios más desfavorecidos de Colombia, donde no llega. Hoy solo está en las grandes ciudades. Al resto les toca pasar angustias. Pero con todo eso hay que construir sobre lo que está construido, sin destruir lo poquito bueno que tengamos.

Usted cree en un Acuerdo Nacional. ¿Eso cómo se logra en un ambiente político como el actual?

Debemos tener armonía, dialogar, convencernos, trabajar juntos por el beneficio de todos. No pasarnos discutiendo. Se va a acabar el gobierno de Petro y llevamos ya tres años en los que no hemos hecho otra cosa que discutir.

Con lo que ha ocurrido en Estados Unidos por las decisiones de Donald Trump se subirles los aranceles a sus socios comerciales, el presidente Petro llamó a los empresarios a diversificar mercados, no mirar solo al norte. ¿Qué opina de eso?

Tenemos que abrirnos hacia todas partes. Estoy de acuerdo en que no podemos rechazar a nadie y mucho menos a Estados Unidos, pero abrirnos a muchos más mercados. Como empresario, uno no debe tener un solo cliente. Colombia es una empresa que debe atender a miles de clientes.

¿Cuál es, entonces, su expectativa o su consejo para el Presidente Petro en cuanto a su política económica?

Ya se lo he dicho a él. Por favor, proteja el aparato productivo. Hay que generar riqueza para que la podamos repartir.

Este Gobierno ha logrado un salto en el protagonismo y en las cifras del sector agropecuario. ¿Cuál es su visión en cuanto a lo que se ha hecho en ese campo?

Es un paso importante. He trabajado en la agricultura y lo digo con certeza: tenemos que hacer reforma agraria, pero sana, en el sentido de que sea productiva.

Usted fue alcalde de Cali y ha dicho que está pensando si lanza su candidatura a la Presidencia. ¿Eso en qué va?

Estoy lanzándome de candidato a la Presidencia. Todavía no lo soy, pero espero que el agua se caliente un poco para que no me den calambres. En eso voy.

¿Quiere participar de una especie de frente amplio?

Estoy plenamente convencido de esa gran propuesta, que tenemos que sacar adelante partiendo de la base de que lo único que tenemos que hacer, como lo he dicho, es entendernos, dialogar y no pelear. Colombia es un país bello y está listo para que lo mejoremos.

Bogotá, D. C, 26 de marzo de 2025

Tomado de VIDA entrevistas

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Al termino de las sesiones ordinarias del Congreso en el 2024, los congresistas opinan y responden sobre temas que conciernen a su labor como legisladores, por eso abordamos para una entrevista a la senadora Clara López Obregón quien nos respondió sobre varios aspectos que tienen que ver con el trámite de proyectos, fundamentalmente en la vía económica, haciendo alarde a su profesión y experiencia en ese aspecto.

“Uno de los grandes avances de la agenda legislativa del 2024 fue la aprobación de la ley de jurisdicción Agraria y sus procedimientos porque busca salidas jurídicas rápidas y serias a la conflictividad agraria que tanta violencia ha generado en el país”.

Por Luis Fernando García Forero. -  Al termino de las sesiones ordinarias del Congreso en el 2024, los congresistas opinan y responden sobre temas que conciernen a su labor como legisladores, por eso abordamos para una entrevista a la senadora Clara López Obregón quien nos respondió sobre varios aspectos que tienen que ver con el trámite de proyectos, fundamentalmente en la vía económica, haciendo alarde a su profesión y experiencia en ese aspecto.

- ¿Cómo percibió la agenda legislativa gubernamental en el tema económico?

- Ha habido un buen desempeño económico en el país dentro de un contexto internacional complejo. He sostenido que la política macroeconómica y la sostenibilidad fiscal son el fundamento de cualquier buena política. Resalto que el presupuesto aprobado por el Congreso fue dentro de todas las normas de la sostenibilidad fiscal, lo mismo que las leyes. Entonces ahí tenemos una muy buena base para mantener el país en los niveles competitivos en el que tiene que estar.

- Se hundió el proyecto de ley de financiamiento en las comisiones económicas. ¿Qué pasó?

- Desafortunadamente esas comisiones se negaron a discutir el proyecto presentado por el Gobierno que no era de solo de financiamiento sino de reactivación. Si de verdad fuese cierto que lo que querían era no aprobar unas cargas tributarias, pues en una discusión, uno vota por lo que está a favor y en contra de lo que no apoya.

- ¿Faltó dialogo entre el Gobierno y bancadas, no se logró consenso?

- En esta última etapa de sesiones hubo mucha confrontación política. No hubo un diálogo fluido entre el ejecutivo y el legislativo para que se hubiese aprobado esa iniciativa.

- ¿Qué aspectos principales se quedaron en ese proyecto ya archivados en las gacetas del congreso?

- No se permitió discutir por ejemplo la eliminación del IVA para todos los proyectos turísticos en poblaciones de menos 200 mil habitantes, tampoco la reducción del impuesto de la tarifa sobre la renta para las pequeñas empresas. Entonces lo que se vio ahí fue una oposición cerrera al gobierno, desde luego que es legítimo, pero lo que cuestiono es que afecta demasiado la reactivación económica que se estaba buscando con esa norma. Desafortunadamente eso si milita en contra del país.

- ¿Hay críticas de varios sectores al manejo económico del gobierno, sin embargo, las cifras estadísticas del DANE, reflejan por ejemplo que sigue bajando la inflación?

- Si miramos el crecimiento económico, además del agro, ha sido en mi criterio, estimulado por la demanda, y esa demanda, tiene mucho que ver con el aumento del salario mínimo que ha regido durante este año y que terminó siendo en términos reales un aumento muy importante, precisamente por la reducción de la inflación. Entonces tenemos un aumento real del salario mínimo que estaba empujando la demanda y eso demuestra que es saludable para el crecimiento económico, pero además para la distribución de los ingresos.

- ¿Qué piensas de los sectores que critican al Gobierno porque va en contravía de la regla fiscal?

Precisamente lo que traía el contenido del proyecto de financiamiento es que se apliquen los parámetros de la ley de la regla fiscal anticipadamente para el año 2025. Entonces no se puede decir de ninguna manera que se estaba incumpliendo la regla fiscal porque es el primer Gobierno que de lleno la aplicaba en esa iniciativa.

- ¿Sectores del país deben ceder?

- Sin lugar a dudas. Es tanta la concentración del poder económico que está afectando la democracia. Una economía no se puede desarrollar plenamente cuando no hay espacios de competencia para los pequeños.

- Cómo ve al recién nombrado ministro de hacienda Diego Guevara?

-Le deseo lo mejor, le tocó entrar en una coyuntura muy difícil. Me parece que si continua con esas directrices que le dio Ricardo Bonilla al manejo económico vamos a pasar estas turbulencias acertadamente.

- ¿Los retos gubernamentales para el 2025 en materia económica?

- Creo que uno de los temas centrales para el año entrante es cómo va a salir ese presupuesto. El presidente Petro está buscando recortes donde no le hagan daño a la política social fundamental en el Gobierno del Cambio.

Bogotá, D. E, 31 de diciembre de 2024

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Para hablar del tema, entrevistamos a la senadora Isabel Cristina Zuleta, Pacto Histórico, quien asumió la coordinación y liderazgo de dicha comisión que ya cuenta con diagnóstico, conclusiones y propuestas para garantizar la soberanía sobre nuestros minerales, el cuidado del agua, la vida, el ambiente y el bienestar de las personas y comunidades.

“Aquí en estos territorios colombianos hubo ancestralmente minería antes de la colonia”.

Por Luis Fernando García Forero. El Congreso de la república asumió reformar el Código Minero. Una comisión accidental entre senadores y representantes desde hace dos años viene desarrollando, en el terreno y con las comunidades del sector, un trabajo incansable a punto de culminar para radicarlo como proyecto a consideración del legislativo.

Para hablar del tema, entrevistamos a la senadora Isabel Cristina Zuleta, Pacto Histórico, quien asumió la coordinación y liderazgo de dicha comisión que ya cuenta con diagnóstico, conclusiones y propuestas para garantizar la soberanía sobre nuestros minerales, el cuidado del agua, la vida, el ambiente y el bienestar de las personas y comunidades.

¿Cuál es el balance a la fecha del trabajo para examinar y actualizar la legislación minera?

-Ha sido una tarea titánica recorrer los territorios mineros pero lo hemos hecho articuladamente con el poder ejecutivo que es el único que adelanta las consultas previas libres e informadas, para avanzar y lograr los objetivos.

¿Cómo fue el desarrollo de ese aspecto?

-Complejo, lo hicimos con la población indígena, la Ro y la Afro. Le doy una noticia maravillosa: La reforma al código minero incluye un capítulo para minería asociada a territorios indígenas.

¿Un capitulo construido con la población indígena?

-Así es. No es cierto que la minería nos la trajeron de Europa. No es cierto que la minería llegó de los afrodescendientes. Aquí en estos territorios colombianos hubo ancestralmente minería antes de la colonia.

¿Se debe reconocer esto en el proyecto de reforma al código minero?

-Así como hay territorios por proteger, hay territorios con vocación minera. Nos ha faltado ordenamiento y será un capitulo grande e importante. Si no planeamos el territorio vemos sometida a la población a lo que están diciendo: que se les está persiguiendo y judicializando. Eso es lo que no queremos. Necesitamos planeación minera porque estamos superando el despojo minero que trajeron a Colombia las multinacionales con el código minero.

¿En los recorridos se puede destacar que la población étnica entró a participar y a reclamar que se incluya en la legislación minera la defensa de su supervivencia?

-La población étnica tiene derecho a hablar sobre esta actividad económica y ancestral. Así como hay territorios que tienen arraigo en la población ambiental, también hay que hablar de territorios que tienen vocación para los temas mineros.

¿Qué aspecto fundamental la sorprendió, le impactó en el recorrido en los territorios mineros?

-El despojo, la contradicción que genera que multinacionales extranjeras, tengan acceso a recursos nuestros y se los lleven.

¿Eso ha llevado a un conflicto social muy fuerte?

-No hay duda. Los mineros fueron despojados y los anteriores gobiernos y legisladores, le dieron todas las gabelas a las multinacionales.

¿Se puede establecer que no hubo la mínima oportunidad legal para la formalización de la minería? 

-Insisto, si hoy existen mineros informales es por culpa de anteriores legisladores y gobiernos, porque no acometieron la tarea estructural: reformar la ley.

¿Un tema demasiado complejo y con intereses de por medio?

-Qué es complejo, sí. Tiene elementos técnicos super densos. Tenemos que hacer análisis de la escala de la extracción, no es un tema como lo dicen algunos que el problema es la mecanización en la minería.

¿Eso es lo que genera la informalidad?

-La mecanización no genera informalidad, está relacionada con una escala de la extracción minera y también con los impactos ambientales y sociales sobre un territorio. Como no estamos entendiendo esas dimensiones históricas, sociales, culturales y ambientales de los temas mineros, por eso se generan tantos conflictos en el territorio.

¿Qué hacer con la minería ilegal?

-No existe minería ilegal. Existen delitos ambientales, que es distinto. La ilegalizaron para los pequeños mineros con el objeto de favorecer a las multinacionales. Existe la minería informal. La ilegalidad está asociada a la comisión de un delito y la comisión de un delito debe probarse porque está la presunción de inocencia.

¿En realidad está mal usado el término?

-Ese término de minería ilegal ha sido usado para criminalizar a los mineros informales, es decir, a favor de las multinacionales y atacando a nuestros propios conciudadanos y colombianos.

¿Definitivamente desprotegida la población minera?

-Nosotros tenemos que salir a proteger a la población minera, sobre todo porque somos colombianos. Se sienten atropellados por otras naciones que vienen a mandar sobre nuestro territorio.

¿En ese aspecto qué va a recoger y corregir el proyecto de reforma al código minero?

-Por ahora ya salió el decreto que crea siete distritos mineros, un avance sin precedentes. Hoy lo que está sucediendo es la delimitación de esos distritos mineros. Cuando uno hace zonificación para una vocación productiva, debe pasar por el análisis de los determinantes ambientales.

¿La protección del ecosistema?

-Ya no es una especulación. Antes se decía ahí hay un determinante ambiental, una protección a un ecosistema estratégico, no. Hoy el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Territorial ha sido riguroso, ha entregado toda la cartografía de los determinantes ambientales para la zona del distrito agro-minero y pesquero del bajo Cauca.

¿Contradicción entre protección y explotación?

-Cuando hay que proteger, se protege con rigor, pero cuando hay que permitirle a la población que desarrolle su actividad económica, que sobreviva, que produzca y que esté bien, hay que hacerlo también, pero no favoreciendo a los grandes y yéndonos en contra de los pequeños. Esa simetría es la que tiene en la pobreza a mucha gente en Colombia. Nosotros la estamos enfrentando de manera estructural.

¿Podríamos decir que el proyecto debe ser directamente proporcional al cuidado del verde?

-Jamás promoveríamos ataque o desmedro de condiciones ambientales, pero tampoco que la gente aguante hambre. No he luchado todavía defendiendo los ríos para que vayan a atacar a los pobres que están tratando de sacar su gramo de oro. Ataquen a los grandes, las multinacionales, pero no a los pobres. El empobrecimiento es fruto de una equivocada política y nosotros tenemos que enfrentarla.

¿Es una reforma que saldrá con una estructura fruto de consenso?

-Es una comisión bicameral multipartidista con un consenso muy amplio, por supuesto, hay que seguir dando el debate. Pero lo más importante es que cuenta con la consulta previa.

Bogotá, D. C, 18 de noviembre 2024

Fuente Prensa–Senado.

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Este 31 de octubre se celebran cuatro años del fallecimiento del líder liberal, Horacio Serpa Uribe, fecha que coincide con el inicio de la Convención del Partido Liberal que se inicia este jueves en Cartagena de Indias.

Este 31 de octubre se celebran cuatro años del fallecimiento del líder liberal, Horacio Serpa Uribe, fecha que coincide con el inicio de la Convención del Partido Liberal que se inicia este jueves en Cartagena de Indias.

Al recordar al exalcalde de Barrancabermeja, excongresista, exministro del interior, exprocurador general de la nación, expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, exembajador en la OEA y exgobernador del departamento de Santander, www.ecospoliticos.com transcribe la última entrevista que le concedió a este medio informativo, meses antes de su fallecimiento, donde se refirió a su enfermedad, al Covid 19 y sus efectos en Colombia y el mundo, así como a la política, economía y su Partido Liberal.  

Entrevista

Serpa se despacha contra el sistema financiero 

-“El sistema financiero es avaro, gana mucha plata y no la redistribuye”- 

-“Nunca pensamos que la pobreza en Colombia fuera tan profunda, tan lacerante, da mucha vergüenza que los colombianos no nos hayamos percatado de este fenómeno a fondo”.- 

Por Luis Fernando García Forero. - En momentos de crisis como la que estamos viviendo actualmente, no solamente en Colombia, sino en el mundo, por el Covid-19, es importante tener en cuenta conceptos de sus grandes dirigentes y estadistas, entre los que se destaca Horacio Serpa, quien en medio de su enfermedad, hizo un alto en su recuperación después de una cirugía, para atender una entrevista a www.ecospoliticos.com

ECOS: ¿Cómo se encuentra de salud? 

HS: En estos momentos me siento bien, claro, es un asunto demorado, requiere paciencia, mucha disciplina, contar con el cariño de los familiares, amigos y desde luego, con la ayuda de Dios. Considero que voy bien. 

ECOS: ¿Hay Serpa para mucho rato? 

HS: Risas…, no sé, eso lo dispone el de arriba. Sé que de la vida Dios dispone,  tengo razones para  justificar vivir un poco más, esperar a ver qué ocurre, haré todo lo posible por mantenerme bien, con vida, atento a los requerimientos médicos. Afortunadamente cuento con Rosita, los hijos, la familia, muchos amigos y con la presencia permanente del todopoderoso al que invoco a diario para que me acompañe en este momento. 

ECOS: ¿Al Gran Arquitecto del universo? 

HS: Dios, como dicen en las religiones. Soy católico. Pienso en un ser que cubre todo el universo, llámese como se llame. El gran arquitecto del universo lo llamamos los masones. 

ECOS: ¿Ante la pandemia por el Covid 19, cómo ve lo que está pasando, qué piensa? 

HS: Es un asunto demasiado grave, está afectando a toda la humanidad, nadie lo esperaba ni estaba preparado para una situación de esta naturaleza. Se está haciendo lo que se puede para ver como salimos adelante y vencer al virus que nos tiene amenazados a todos. 

ECOS: Ausente de la política, ¿le ha hecho falta? 

HS: ¡Claro…mucho! Soy un político ahora en retiro, pero con grandes recuerdos, enormes inquietudes y también con propósitos que tienen que ver con el asunto político. No estoy en la política electoral pero sí escribiendo para contar mis experiencias y hacer referencia a temas que son de actualidad. 

ECOS: ¿Cuál de los temas de actualidad? 

HS: La pobreza. Por lo menos en Colombia esta crisis de la pandemia ha destapado y destacado una gran pobreza que nadie se la imaginaba, ni siquiera los que la hemos vivido o la hemos estudiado. La viví en mi niñez y la he estudiado siempre. Nunca pensamos que la pobreza en Colombia fuera tan profunda, tan lacerante, da mucha vergüenza que los colombianos no nos hayamos percatado de este fenómeno a fondo. La verdad, va mucho más allá de lo que señalan las estadísticas. Es un fenómeno al cual tendremos que dedicarle mucho tiempo y el Estado muchos recursos, ahora que podamos superar la pandemia, ojalá sea pronto. 

ECOS: ¿Me imagino que otra de las inquietudes es el tema de la paz? 

HS: Sigo pensando en ese tema, ha sido siempre mi gran preocupación. En este momento formo parte de la Comisión Facilitadora de Acuerdos con el Ejército de Liberación Nacional, una Comisión que integramos doce personas, dirigentes importantes del país y que coordina el doctor Jaime Bernal Cuellar. 

ECOS: ¿Sí ha trabajado esa Comisión en sus propósitos? 

HS: Hemos estado haciendo algunas diligencias, avanzando notas, conversaciones, etc. Hasta el momento no hay nada que se pueda comentar, pero por lo menos existe la preocupación, creo que eso es suficiente para mantener el tema en primera línea. 

ECOS: ¿En primera línea quiere decir cartas, acercamientos, conversaciones de parte de los integrantes de esa comisión con el ELN? 

HS: Sí ha habido conversaciones en un sentido y en otro, con autoridades y representantes de entidades internacionales, pero no ha habido ningún contacto por lo menos de parte nuestra. 

ECOS: ¿El Gobierno debe reanudar las conversaciones con el ELN o buscar un sometimiento con esa guerrilla? 

HS: El sometimiento es muy difícil y no se va a dar. Lo importante es mantener el tema de la paz. En la medida que se avanza en la guerra, crece la violencia, vienen los asaltos, asesinatos, atentados y eso perjudica en forma grave a todos los colombianos. Debemos mantener esa llamita prendida buscando siempre posibilidades, y en eso, estamos algunos. 

ECOS: ¿Lo visitó el presidente Iván Duque, trataron el tema del ELN? 

HS: Fue una visita muy amable del señor Presidente por cuestión de amistad y por la salud que he padecido en el último año. Fue una charla muy amena, me contó sus esfuerzos por lograr sacar adelante al país y encontrar soluciones adecuadas. Cuando eso, ni pensábamos que iba a llegar una crisis como esta pandemia. 

ECOS: ¿Qué se le ha ocurrido como integrante de la Comisión Facilitadora para lograr que el Gobierno y ELN encuentren el camino que permita un fin del conflicto? 

HS: Seguir creando condiciones, hablando con unos y con otros, insistiendo en la necesidad de la reconciliación y la paz, buscando caminos más gratos de solución a los problemas colombianos. 

ECOS: ¿Cómo ve la gestión del jefe de Estado en este momento de crisis? 

HS: Lo está haciendo bien, con carácter, con la asesoría de los expertos, buscando soluciones en un lado y en otro. Como colombiano me llena de satisfacción. 

ECOS: ¿El Presidente amplió el Aislamiento Preventivo Obligatorio hasta el 11 de mayo, fue acertado? 

HS: Son decisiones que se toman con detenimiento y razonamiento, con mucho estudio. Se debe atender el llamado del señor Presidente y ver la manera, entre todos, de ayudarnos para superar esta dificultad tan grande. Veo con satisfacción lo que está haciendo el Gobierno y mucha gente que está ayudando a superar toda esta dificultad de la pobreza que se ha notado durante la crisis. 

ECOS: Muchas críticas a la actitud que ha asumido el sistema financiero en el país en esta crisis, ¿Piensa lo mismo? 

HS: Es un sistema avaro y así lo cree también el país, gana mucha plata y no la redistribuye. La Banca debe dar la cara y decir: estamos equivocados, es un momento en el que los que tienen, deben dar a los que no tienen. Ojalá el sistema financiero se conmueva y fuera más solidario con Colombia. 

ECOS: ¿Qué hacer para que la Banca acceda a darle crédito a las micro, pequeña y medianas empresas, que son junto a la economía informal las que padecen más los efectos de la pandemia? 

HS: Hay mecanismos para que las instituciones induzcan al sector bancario y sean más solidarios con los colombianos. El Estado debe coadyuvar y respaldar para que los bancos presten la plata, haya fluidez y salve los empleos. Es desafortunado lo que está ocurriendo. 

ECOS: Hay voces que piden al Gobierno liderar con los países latinoamericanos mecanismos para que actúen ante la banca financiera internacional y por ejemplo, se condonen las deudas, en este momento difícil para las economías de estos países. ¿Está de acuerdo? 

HS: Se deben juntar los gobiernos, entidades y organizaciones del orden internacional, para propiciar situaciones de esta naturaleza. No soy tan optimista para pensar en condonación de deudas, pero sí en plazos, rebaja de intereses. Ojalá haya soluciones favorables a los colombianos en este momento tan difícil. 

ECOS: ¿Después de salir de esta crisis, cuál cree sería el sector de la economía que debemos potencializar para aliviar todo lo que nos va a dejar esta pandemia?

HS: El campo es un sector fundamental para lo económico, pero en espacial para la vida. Por lo demás, pienso que vamos a salir no sin dificultades, no sin problemas o sin desastres. Llegará el día en que tengamos una vacuna, que seamos mucho más juiciosos y disciplinados. Ayudemos al Gobierno y a las autoridades en sus buenos propósitos para encontrar salidas a esta gran catástrofe que estamos padeciendo. La inteligencia del hombre es ilimitada y tengo la seguridad que vamos a encontrar la solución. 

ECOS: ¿Cómo ve a su Partido Liberal? 

HS: En este momento lo veo borrado, figuran algunos dirigentes que traen ideas y proponen cosas, particularmente en el seno del Congreso, y eso está muy bien, pero como colectividad, no se nota la presencia del liberalismo colombiano, eso me duele profundamente. 

ECOS: ¿Cuál es la solución para que eso no siga ocurriendo? 

HS: Por ahora no tengo soluciones, sería muy atrevido con tantos dirigentes y personas dentro de la colectividad, pretender dar catedra al respecto. Necesitamos que el liberalismo tenga presencia, que actúe. Debe obrar como una auténtica colectividad, buscar la forma de encontrar soluciones para el pueblo. De eso trata la política y ojalá se logre. 

ECOS: ¿Siente que el Partido Liberal está más ausente de la gente? 

HS: Muy ausente, muy ausente. Ojalá que la situación se remedie, por ahora, mucho más allá de las cosas partidistas, todos tenemos que aplicarnos en ayudar a solucionar el problemón tan grande que tenemos entre manos. 

ECOS: Cierto. ¿Cómo ve ahora la práctica de la política, por ejemplo, con las sesiones virtuales del congreso, las redes sociales? 

HS: Como algo bastante extraño, es hacer política a distancia, pero en el futuro se deben ligar las dos maneras de hacerla: la personal, dialogando con las comunidades, visitando regiones, participando en los debates públicos, estando cerca de la gente del pueblo. La otra es la que estamos viendo, la virtual. La publicidad ahora es más eficaz utilizando los instrumentos virtuales. 

ECOS: ¿Se esperaría que la publicidad, los mensajes de los programas de los políticos en las redes, fuesen directamente proporcional a los votos, al resultado en las urnas? 

HS: En un sistema capitalista, el que tiene más saliva, come más harina. Eso es muy difícil graduarlo, es casi un imposible, en la medida en que unos tienen más que otros. 

ECOS: ¿En estos momentos cómo ve a sus contradictores políticos, me refiero por ejemplo al expresidente Uribe? 

HS: A estas alturas no veo contradictores, desde luego sigo manteniendo mis derroteros ideológicos, pero no encuentro en nadie a un rival para emular en la política. En este momento lo hago a través de los medios virtuales, la prensa, entrevistas, comentarios, conferencias en las universidades, pensando en el futuro. 

ECOS: ¿Se ha desprestigiado la política?

HS: Me parece que el país debe prestarle más atención a la política, no es cierto que la política sea dañina, mala y que corrompe. Ha habido quienes corrompen a la política y es una desgracia, pero ese no es el sentido de la política. Se debe propugnar por una política buena, sana y eficaz, que represente las ideas y busque las mejores soluciones generales para mejorar la calidad de vida a la comunidad. 

ECOS: Es indudable que hemos tenido una polarización política y que se bajó el tono, por el momento que vivimos, pero seguimos polarizados y eso empezó y sigue por la forma como llegamos a la paz con las Farc. ¿Qué hacer para despolarizar a Colombia? 

HS: Ojalá los colombianos entendamos que hay cosas que son de todos y para todos y que en esas cosas no debe haber controversia política. Ese día avanzaremos más en la civilidad del ejercicio de la política y mucho más en la solución, desde lo político, a los problemas de los colombianos. Aspiro que después de esta lección, que estamos recibiendo, encontremos caminos más adecuados para hacer la política. 

ECOS: A propósito ¿Dónde se encuentra en este momento? 

HS: Estoy en Bucaramanga con Rosita, nuestros hijos están en Bogotá todos afortunadamente bien. 

ECOS: ¿Los acerca la virtualidad? 

HS: Todos los días nos acerca la virtualidad con los hijos y los nietos. 

ECOS: ¿Cómo ve, siente, olfatea a nuestro Santander? 

HS: Con muchas necesidades, mucha pobreza, falta de mayor desarrollo. Esas son cosas que no vamos a entender ahora, esperemos que pase este desastre que nos ha tocado vivir. 

ECOS: Le agradezco que me haya concedido esta entrevista por celular, deseo que se siga mejorando y que ese jardín del serpismo, junto a Rosita, no solo tenga un presente, sino también un mejor futuro ahora con su hijo Horacio José. 

HS: Muchas gracias, usted acaba de mencionar a una persona que hay que tener en cuenta en el futuro. 

Bogotá, D. C, 26 de abril de 2020

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Se trata de instrumentalizar a los departamentos, municipios y distritos para que puedan realizar mejor su gestión, ser dueños de su destino y más autónomos en materia de generación de desarrollo”, sostiene el senador Guido Echeverri Piedrahita.

Por Luis Fernando García Forero. - El proyecto de Acto Legislativo que establece un nuevo régimen en el Sistema General de Participaciones en los departamentos, distritos y municipios, avanza en su trámite en el Senado de la República, al iniciarse su discusión en la plenaria de la corporación, en su sexto debate, de los ocho que debe cumplir el Congreso para ser promulgado como norma constitucional.

La iniciativa ha sido catalogada por la dirigencia política y muchos sectores del país, como uno de los proyectos más importantes en el actual periodo del Congreso. El senador Guido Echeverri Piedrahita, uno de los ponentes del proyecto, concedió una entrevista para referirse al tema:

¿A qué se debe la necesidad de una reforma de esa naturaleza para los entes territoriales y que pretende?

El Estado no está funcionando bien y lo ratifica el reciente Nobel de Economía James A. Robinson, quien dice que Colombia se puede definir como un Estado fallido que no controla el territorio, no administra, no impone el orden, no lleva buenos servicios y necesarios,a las entidades territoriales más alejadas de las capitales. Un Estado deficiente con gravísimos problemas de corrupción. Un Estado muy ausente. A eso vamos, a corregir esas falencias.

¿Qué implica eso dentro del contexto del proyecto, para corregir el funcionamiento de los entes territoriales?

Establecer una mirada distinta a la relación central con las entidades territoriales. Pretendemos a través de esta reforma constitucional entregarle a los territorios más autonomía, más recursos, un poco recuperando el espíritu de la constitución del 91 que estableció que en los ingresos corrientes de la nación se transferiría un 46.5%, decisión que se reversó, pero queremos devolverla para beneficio de las regiones y localidades del país.

¿Descentralización política pero también hacer realidad su autonomía en el manejo de sus recursos con asignaciones equitativas en los departamentos y municipios?

Significa instrumentalizar a los municipios y departamentos y distritos para que puedan realizar mejor su gestión, ser dueños de su destino y ser más autónomospara generar su desarrollo.

¿Qué viene después de la reforma constitucional, si es aprobada, para que sea efectiva?

Tendríamos que aprobar una ley que desarrolle el mandato constitucional y establezca mayores recursos girados por la nación a departamentos, municipios y distritos. Así mismo, incluir más responsabilidades para que se cumplan las necesidades en los entes territoriales.

¿El centralismo tiene en jaque la autonomía territorial, el desarrollo de las regiones y localidades del país?

Definitivamente hay un centralismo agobiante en Colombia. Para gobernadores y alcaldes muchas veces es complejo ingresar a las instancias nacionales a reclamar algún bien, una necesidad para sus departamentos o municipios. Los recursos que se allegan son muy insuficientes y normalmente van definidos a qué inversión se hace con ellos.

¿Departamentos y municipios con una enorme dependencia del gobierno nacional?

Es una situación de subordinación totalmente negativa del gobierno central frente al territorio. Se pretende cambiar esa relación de poder de la administración de Bogotá y la de los entes territoriales para garantizar, entre otras, que se concrete el principio consagrado en la constitución según la cual Colombia siendo un país unitario y también centralista, establezca la autonomía de sus entidades territoriales.

¿Incluye alcanzar equidad en la asignación de recursos a los entes territoriales para evitar desigualdades, según las voces de sus colegas en la plenaria del Senado?

Tenemos un panorama muy complejo en los estadios de desarrollo de cada departamento y municipio. Hay regiones muy empobrecidas, marginadas, donde prácticamente el Estado no llega, solamente se remite a generar servicios y bienes a las grandes capitales y centros urbanos pero a los territorios y a la periferia, los tiene olvidados.

¿Se establece en el proyecto un fondo de compensación para equilibrar recursos en los entes territoriales?

Sí. Eso va a permitir a los territorios más atrasados mejorar sus capacidades institucionales y eventualmente tener más recursos para avanzar en la solución de sus necesidades. Urge acabar esas profundad brechas que hoy existen entre territorios muy pobres y otros que no lo son tanto.

¿Eso ha llevado a la pobreza?

Naturalmente. Tenemos un desbalance regional, enormes diferencias que tienen que ver con acceso a los recursos públicos. El Estado no llega oportunamente con servicios a estas entidades territoriales y eso aumenta la pobreza, la desigualdad, la violencia y profundiza las diferencias. Hay ausencia estatal en los entes territoriales, prácticamente la mitad del país está tomado por las bandas criminales y grupos guerrilleros. Entonces eso llama la atención de la necesidad de cambiar un modelo que no está funcionando en términos de creación de equidad.

¿Un tema peligroso, donde se puede concluir que mandan las organizaciones criminales e inciden en el manejo de recursos?

Exactamente. En este momento lo que tenemos es una situación mediante la cual los gobiernos departamentales y municipales no tienen capacidad para inducir su propio desarrollo.

¿Cómo evitar que dichos recursos para los territorios se manejen con interés diferente a las necesidades departamentales o locales?

Estudios del Banco Mundial establecen que es más eficiente el gasto, la inversión pública, cuando se hacen directamente por las entidades territoriales, porque la ciudadanía está mucho más cerca a los gobiernos locales y departamentales, que cuando los maneja el gobierno nacional. Esto permitirá un mayor control contra los corruptos.

¿La reglamentación de la reforma sería una de estas tareas para el control y manejo de los recursos?

Esto hace parte de una serie de normas que tendrán que establecer controles muy rigurosos, canales que posibiliten el manejo de esos recursos. Ahí la comunidad tendrá un papel fundamental porque está más cerca a las administraciones departamentales y municipales.

¿Desde el Ministerio de Hacienda se dice que el sistema general de participaciones rompería la regla fiscal, qué piensa?

Pienso que el Ministerio de Hacienda, ni el comité autónomo de la regla fiscal, leyeron completo el proyecto de Acto Legislativo. Se refieren solo al factor que implica transferir recursos pero no están observando que la propuesta también habla de transferir competencias o responsabilidades. Se transfieren recursos de una parte y también más competencias, más control.

¿Qué responde a la idea de que la propuesta va a materializar la federación a las malas?

Es una afirmación desenfocada y bastante alarmista que tiene la perfección de ser muy impactante desde el punto de vista político.

¿Quiere el legislador acercarse al Estado Federal?

No. El Estado Federal implica soberanía para las regiones, sus propios congresos, sus propias normas, sus propias políticas económicas. En este caso, estamos hablando de un hecho concreto y es que sí hay circunstancias que han impedido que las entidades territoriales tengan desarrollo.

¿Coincide con lo dicho por el ministro del interior Juan Fernando Cristo en la plenaria de la corporación que si se aprueba la reforma es un punto fundamental en el logro del Acuerdo Nacional?

Sí claro. Uno de los puntos que se planteó en el Acuerdo Nacional tiene que ver con el nuevo orden territorial, con la descentralización. Sobre esto le cuento a manera de noticia: Con la reunión del Consejo de Ministros en Cali esta semana en el marco de La COP, ese tema se discutió a profundidad y finalmente el Gobierno decidió apoyar esta iniciativa. No obstante hay algunos reparos que uno puede discutir con el Ministro de Hacienda y con el Director de Planeación Nacional, pero lo cierto es que el Gobierno apoya esta iniciativa.

¿Se enfilan las mayorías para defender la propuesta?

Ese es el ambiente. Hay algo fundamental y es que quienes estamos al frente de este proyecto estamos dispuestos a conversar sobre la base de una línea roja que no vamos a pasar: las entidades territoriales requieren más autonomía y más recursos.

¿Imperativa la reforma para acabar con la violencia en las regiones?

No hay duda, es urgente que esta iniciativa sea una realidad. Esperamos que este lunes 28 de octubre del 2024, esté en el orden del día de la sesión plenaria del Senado y la podamos aprobar para que en última instancia pase en sus dos últimos debates a la Cámara de Representantes. No hay más espera para que sea promulgada pronto en la Constitución Nacional.

Bogotá, D. C, 27 de octubre 2924

Fuente: Prensa Senado.

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El presidente de la junta directiva de la Asociación de Empresas de Seguridad- ACES -, coronel ® Guillermo Lara Páez, es uno de los profesionales más expertos, por su formación y experiencia, en el tema de la seguridad privada en Colombia.

Por Rubén Salas Blanco*.- El presidente de la junta directiva de la Asociación de Empresas de Seguridad- ACES -, coronel ® Guillermo Lara Páez, es uno de los profesionales más expertos, por su formación y experiencia, en el tema de la seguridad privada en Colombia.

Ecos: ¿Cuándo nace su pasión por la seguridad ciudadana y que ahora lo tiene al frente de una asociación que reúne a más de 60 empresas privadas?

GL: Con la experiencia en 25 años en mi vida militar. Trabajando incansablemente en construir país, respetando los derechos humanos y colaborando con otros sectores para promover el desarrollo sostenible y la paz.

Ecos: ¿Sus conocimientos recibidos en la Armada y experiencia, son más que argumentos para brindarles seguridad a las gentes en las ciudades de Colombia?  

GL: Así es. Protegiendo la soberanía nacional y garantizando desde mi zona de influencia, la seguridad contra las amenazas internas y externas. Logrando con la institución militar y las gentes de bien, un entorno propicio para la tranquilidad ciudadana que es directamente proporcional al desarrollo económico y social de la región, donde era asignado por el mando Naval.

Ecos: ¿Llegó el momento del retiro de la institución militar, pero también el inicio para servirle a la seguridad ciudadana?  

GL: Al llegar el momento de mi retiro y después de un análisis, me decidí contribuir en la construcción de país, esta vez generando empresa y trabajo, aportando al tejido empresarial específicamente en el campo de la seguridad privada.

Ecos: ¿Cómo fue en la práctica ese inicio?

GL: Fue un periodo de transición lleno de desafíos y aprendizajes, donde cada obstáculo se convirtió en una oportunidad para crecer y mejorar. La planificación estratégica se convirtió en mi brújula para establecer un norte claro en el desarrollo, no solo de la seguridad como tal, sino también en el ámbito empresarial y de negocio.

Ecos: ¿Experiencia, ganas y planificación, clave para los resultados?

GL: Una de las decisiones más trascendentales fue obtener la certificación ISO 9000, que no solo representó un logro para la empresa. Se convirtió en un compromiso con la excelencia y la calidad en cada aspecto de nuestras operaciones.

Ecos: ¿Desafíos con resultados positivos?

GL: El servicio y la disciplina son valores fundamentales para enfrentar nuevos desafíos en el ámbito empresarial. Todo eso, ha sido el motor de mi pasión por mejorar la seguridad en Colombia.

Ecos: Cómo se pueden articular las empresas de seguridad y la fuerza pública?

GL: La articulación efectiva entre las empresas de seguridad y la fuerza pública se logra a través de canales de comunicación directos y eficientes para intercambiar información relevante sobre la seguridad y la prevención de los delitos. Eso es fundamental.

Ecos: ¿Indivisible esa unión por la defensa y seguridad ciudadana?  

GL: Las empresas de seguridad pueden reportar actividades sospechosas y compartir información sobre incidentes con la policía nacional y ellos proporcionan a las empresas de seguridad alertas sobre amenazas específicas en las áreas donde operan.

Ecos: ¿Es un tema de cultura, de confianza entre la ciudadanía, la policía y las empresas de seguridad?

GL: Establecer programas de prevención del delito con la policía, empresas de seguridad y con los ciudadanos. Desarrollando campañas de sensibilización comunitaria y análisis de riesgos para abordar las causas subyacentes de la delincuencia.

Ecos: ¿Presencia y patrullaje policial, así como inteligencia, elementos fundamentales para disminuir la inseguridad ciudadana?

GL: Sí. Pero se necesita apoyo logístico y operativo en eventos especiales y situaciones de emergencia. Prevenir es importante, así como organizar programas de capacitación y entrenamiento conjunto para mejorar las habilidades y la coordinación entre el personal de las empresas de seguridad y los agentes de la fuerza pública.

Ecos: ¿Importante la confianza entre ciudadanía, policía y empresas de seguridad, para facilitar el intercambio de información que prevenga el delito?

GL: Es un tema importante que día a día se debe consolidar. Facilitar el intercambio de información y recursos para identificar y abordar de manera proactiva los desafíos de seguridad, en una comunidad determinada, es un aspecto fundamental en la disminución de la inseguridad ciudadana.

Ecos: ¿Los gremios asociados de empresas de seguridad si están ayudando a fortalecer este sector?

GL: “Unidos somos más fuertes” o “la unión hace la fuerza”, son eslogan que hacen que en nuestro sector sean ciertos y fundamentales porque enfrenta variedad de desafíos tanto internos como externos, incluyendo la competencia desleal y la delincuencia. Es importante contar con instancias de participación, diálogo y gestión que nos permitan atender nuestras necesidades y problemáticas de manera eficaz. En este contexto, los gremios juegan un papel crucial.

Ecos: ¿ACES cumple con los objetivos del rol de la seguridad ciudadana?

GL: Nos hemos esforzado por cumplir con nuestros objetivos de la mejor manera posible y a contribuir significativamente a fortalecer nuestra industria de diversas formas, en el cuidado de la seguridad ciudadana.

Ecos: ¿Cuáles?

GL: Denuncia de falencias en las políticas y regulaciones gubernamentales para que se impulsen cambios y un entorno más seguro y regulado. Organización de congresos y conversatorios promoviendo la actualización constante y el intercambio de conocimientos entre nuestros miembros. Articulación con la Fuerza Pública para crear sinergias que mejoren la seguridad en general. También voz e interlocución ante instancias oficiales. Actuamos como representantes del sector ante organismos gubernamentales y otras entidades, defendiendo los intereses de nuestras empresas y proponiendo mejoras en políticas de seguridad.

Ecos: ¿Propugnan por la capacitación y formación?  

GL: Proveemos a nuestros afiliados con capacitación en diversas áreas relevantes, asegurando que nuestros equipos estén siempre al día con las mejores prácticas y conocimientos necesarios para desempeñar su labor de manera efectiva. También fomentamos la integridad y ética profesional con altos estándares de integridad y ética entre nuestros miembros, asegurando que prestemos el servicio con responsabilidad y transparencia.

Ecos: ¿Cuéntenos sobre su sueño de tener un centro de pensamiento en seguridad?

GL: Surge de la necesidad de fortalecer y profesionalizar nuestro sector en Colombia. La seguridad privada es un componente esencial para el bienestar de nuestra sociedad, y es crucial que nuestras empresas estén bien preparadas y alineadas con las mejores prácticas y políticas.

Ecos: ¿Cómo prepararlas para lograr que sea efectiva para el bienestar de la sociedad?

GL: Creando espacios donde se realicen estudios y análisis exhaustivos sobre tendencias, amenazas y desafíos en el ámbito de la seguridad privada. Incluye la investigación de estadísticas proporcionando datos precisos y relevantes para nuestras empresas afiliadas. Formular y desarrollar políticas y estrategias que mejoren la regulación, operación y competitividad de las empresas de seguridad privada. Trabajo esencial para influir positivamente en la creación de políticas públicas.

Ecos: ¿Se incluye acuerdos, convenios, entre lo público y lo privado?

GL: Creemos en la importancia de la colaboración, por eso el Centro de Pensamiento facilitará el intercambio de conocimientos entre empresas del sector, autoridades gubernamentales, instituciones académicas y otros actores relevantes. En el seno del Consejo Asesor del Centro, se concentrarán la academia, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, otros gremios, las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), y todos los interesados, generando un entorno colaborativo que beneficia a todos.

Ecos: ¿Un Centro del Pensamiento para profesionalización y progreso de la seguridad privada en Colombia. ?

GL: Queremos generar valor para todos los interesados, desde nuestras empresas afiliadas hasta el gobierno, proporcionando herramientas, conocimientos y un entorno colaborativo que permita a todos prosperar y adaptarse a las demandas actuales y futuras. Unidos, a través de este Centro de Pensamiento estratégico, podemos elevar el nivel de nuestro sector, fortalecer nuestras capacidades y garantizar que estamos siempre a la vanguardia de las mejores prácticas en seguridad.

Ecos: ¿Cómo ve el futuro de la seguridad en Colombia?

GL: Presenta una serie de oportunidades y desafíos que definirán su evolución en los próximos años de acuerdo a los avances tecnológicos, profesionalización, colaboración público-privada, regulación y normativas con enfoque de estándares de calidad, entre otros. Con el apoyo, confianza de la comunidad y alianza público- privadas de seguridad, ganaremos la batalla contra la inseguridad en Colombia.

Bogotá, D. C, 29 de mayo 2024

*Periodista y Escritor

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Carlos Granés es uno de los escritores más influyentes del momento. Su libro Delirio Americano analiza la conexión entre los movimientos culturales latinoamericanos y la política.

Tomado de la Silla Vacía. -Carlos Granés es uno de los escritores más influyentes del momento. Su libro Delirio Americano analiza la conexión entre los movimientos culturales latinoamericanos y la política.

Carlos Granés nació en Bogotá, en 1975. Se doctoró en Antropología Social por la Universidad Complutense de Madrid. Estuvo becado en la Universidad de Berkeley, California, donde finalizó su tesis sobre Antropología del arte, a la que posteriormente se le otorgó la máxima calificación (cum laude) y el Premio Extraordinario de Doctorado.

Plantea que el Siglo XX aún no termina en el continente y que los intentos latinoamericanos de encontrar soluciones propias a los problemas propios se traduce en la legitimación de caudillos, populistas y autoritarios.

Granés conversó con Luis Guillermo Vélez y Alejandro Lloreda en Déjà vu, el pódcast de La Silla Vacía, que revisa la coyuntura política con el espejo retrovisor de la historia.

Hablaron ampliamente de cómo en Colombia no ha existido una tendencia anti-yanqui en la política, mientras que sí ha habido un caldo de cultivo propio para el populismo, a través de figuras que van desde Jorge Eliécer Gaitán hasta Gustavo Petro, pasando por Álvaro Uribe.

Este es un extracto de la entrevista que puede escuchar ya en todas las plataformas de pódcast.

Háblanos un poco de esta idea que tienes del largo Siglo XX latinoamericano que empieza precisamente con la guerra española, entre Estados Unidos y España en 1898 y que parecería no acabarse.

Digamos que uno puede medir los siglos por el número de años, pero también por las obsesiones que consumen los esfuerzos de una población. Y yo creo que las obsesiones, las ideas, las preguntas, los interrogantes que se gestaron en esa fecha crucial en 1898, no los hemos resuelto y seguimos pensando en ellos.

Siguen obsesionándonos y siguen determinando muchos aspectos de nuestra vida cultural y política. Por eso creo yo que empezamos el Siglo XX de forma un tris anticipada y aún no hemos logrado salir de él, porque seguimos dándole vueltas a los mismos problemas que incubó ese hecho traumático que fue la guerra entre Estados Unidos y España: el fin de las colonias españolas en el Caribe y la nueva presencia amenazante de una potencia que fueron los Estados Unidos con las derivaciones ideológicas que se produjo, en especial el anticomunismo o el antiimperialismo.

¿Qué impacto tuvo el político y poeta José Martí en el pensamiento latinoamericano en las primeras décadas de este largo Siglo XX latinoamericano?

Martí fue una figura crucial en muchos sentidos. Él, recordémoslo, es el último libertador. Él muere intentando liberar a Cuba del Imperio español. Es decir, de alguna forma es hermano de sangre, de San Martín, de Bolívar, de Hidalgo, de Morelos, que lo antecedieron 80 años en sus luchas.

Sin embargo, como Cuba permanecía como última posesión en el Caribe de España, a él le tocó ejercer ese rol tardío. Pero, por otro lado, también fue un poeta supremamente interesante. Él abrió un nuevo periodo estético en América Latina. Y además de eso, fue un ensayista de primer nivel que vaticinó con mucha lucidez lo que iba a pasar en el largo Siglo XX latinoamericano: Estados Unidos iba a dejar de ser un vecino amable y se iba a convertir en una amenaza para el continente.

Él reaccionó a los intelectuales de su época, que eran los positivistas, que eran liberales en tanto en cuanto creían en el progreso, creían en la ciencia, creían en la técnica, pero eran conservadores porque creían de la posibilidad de imponer sistemas democráticos y constitucionales en los países. El ejemplo por excelencia es Porfirio Díaz, en México.

¿Cómo se va materializando esta idea de Martí? Martí muere y tú hablas mucho en Delirio Americano sobre este gran hilo conductor de esta idea martiana que es el arielismo, que es esta contraposición a lo norteamericano frente a lo autóctono latinoamericano.

Martí, en efecto, no logra ver a su querida Cuba independizada. Muere en el 95 en su primer combate. Pero sus ideas sí quedaron. Se mezclaron o se fundieron con las de un ensayista uruguayo que vendría a ser, digamos, el pensador más influyente de al menos la primera mitad del Siglo XX. Fue José Enrique Rodó, también muy traumatizado por la nueva presencia yanqui en el contexto caribeño, y empieza a hacer toda una cantidad de reflexiones que van a tener un impacto brutal.

Rodó retomaría esta diferencia entre lo latino y lo sajón y va a intentar unificar a nuestro continente, inventando una identidad no solamente cultural, sino que brota de lo que él llama el espíritu de la raza. Es decir, los latinos tendríamos una raza que nos inclinaría voluntariamente hacia el ideal, hacia las altas creaciones del espíritu. El arte, la política de ideas, la religión, la ciencia, quizás, y que nos diferenciaría del espíritu sajón, que sería lo opuesto, un espíritu más bien terrenal, pragmático, utilitario, dado o hábil para copiar e imitar, pero nunca para crear.

Esta diferenciación entre lo latino y lo sajón no habría tenido tanto problema si no se hubiera colado un segundo elemento, y es que los sistemas políticos de ambas razas tendrían que ser inevitablemente distintos.

Al sajón le valdría bien la democracia liberal, porque era finalmente un ser mediocre, acostumbrado a dejarse tiranizar por la medianía y por el número. Mientras que los latinos tendríamos que establecer sistemas más bien jerárquicos, gobernados o regidos por aristocracias del espíritu, por grandes visionarios del ideal, capaces de saber conducir a las sociedades hacia destinos más gloriosos, más dignos para la raza latina.

Esto va a marcar una diferencia tremenda y va desde 1900 a enemistar a América Latina con la democracia liberal. Y ese va a ser el gran error de José Enrique Rodó.

¿Cómo se materializa esta idea de Rodó, del arielismo, conforme va entrando el Siglo XX?

Lo primero que imprime Rodó es un interés brutal por América Latina, igual que Martí. Los dos confluyen en obsesionar a los jóvenes poetas en investigar América Latina. Si nos fijamos en la generación previa, en la modernista, lo que los caracterizaba era justamente no interesarse por América Latina.

Después, todos los poetas van a empezar a politizarse primero, empezando por Rubén Darío y a obsesionarse por América Latina, por la historia de América Latina, por sus instituciones, por sus hombres vernáculos, por su fauna, por su flora, por sus héroes.

Y van a aparecer dos personajes muy interesantes: un peruano José Santos Chocano y un argentino Leopoldo Lugones, que haciendo este tipo de investigaciones, van a empezar a forjar proyectos políticos totalmente antidemocráticos.

Lugones va a rescatar a la figura del gaucho como el gran héroe que logró emancipar a Argentina o al Río de la Plata del invasor español. Va a actualizar su figura en la imagen del militar de los años 20, con la espada que va a purgar Argentina de la ola de inmigrantes que están llegando huyendo de las guerras de la Primera Guerra Mundial y que están contaminando la nacionalidad argentina con anarquismo, judaísmo y socialismos y marxismos.

Entonces, la primera consecuencia que va a tener esta búsqueda de lo netamente americano va a ser la creación de fascismos latinoamericanos.

Una de las tesis que vemos en Delirio Americano es que Colombia va en contra corriente de muchos de estos temas de la historia latinoamericana. ¿Qué sucedió en Colombia en este sentido?

Colombia tuvo un desarrollo casi que a contracorriente del resto de América Latina. En determinados instantes históricos sí confluyó con las corrientes intelectuales y artísticas predominantes en el continente, pero durante otros momentos pareció estar al margen. Nuestro arielismo fue débil. No tuvimos este furibundo antiyanquismo, no cuajó con mucha fuerza en territorio colombiano.

Estos movimientos tampoco pegaron con mucha fuerza en Colombia. Sí hubo una generación que somatizó ese cambio juvenil de la época, que fueron los nuevos. Y dentro de los nuevos hubo una tendencia izquierdista con Luis Vidales y una tendencia derechista con los leopardos, pero no fueron o no tuvieron el impacto continental de un Santos Chocano o de un Leopoldo Lugones.

Fueron, digamos, más tímidos en sus propuestas y finalmente no ganaron. Fueron al menos leopardos reducidos dentro del Partido Conservador por el mismísimo Laureano Gómez, que a pesar de su conservadurismo, no fue fascista, al menos en ese período.

¿Por qué no terminó ocurriendo?

Me cuesta encontrar una razón clara. A diferencia de los otros países latinoamericanos, Colombia se caracteriza por no haber desarrollado un nacionalismo muy agresivo. Si pensamos en México, en Argentina, en Brasil e incluso en Ecuador, hubo movimientos nacionalistas bastante más fuertes que en Colombia.

Y la prueba de que somos poco nacionalistas es que un gobierno de derecha como el de Iván Duque nacionalizó o regularizó a 2 millones de migrantes. Eso en el contexto actual latinoamericano ningún gobierno de derecha lo habría hecho.

Pero en Colombia ocurren este tipo de cosas, lo cual demuestra que no tenemos una idea nociva y esencialista de la de la nacionalidad colombiana y que, por el contrario, estamos más abiertos.

La ausencia de nacionalismo nos hace menos vehementes en nuestro afán de pureza y en nuestro celo a la corrupción yanqui. No nos hace más permeables a la influencia de ideas liberales y de ideas capitalistas. Y en Colombia estas ideas digamos que tuvieron cierto arraigo.

En los años cuarenta arranca lo que es el fenómeno paradigmático de América Latina, que es el populismo. ¿Cómo comenzó y dónde comenzó el populismo de los años cuarenta y qué impacto tuvo en Colombia?

El populismo empieza después de un periodo de autoritarismo muy bestial. Toda la década de los años 30 y hasta finales de la Segunda Guerra Mundial estuvo marcado por los golpes de Estado desde Guatemala a Argentina, de militares muy influenciados por el nacionalismo y el fascismo de Mussolini.

La Segunda Guerra Mundial, por supuesto, deslegitima esta forma de gobierno, luego eso hacía inviable mantener en América Latina un sistema de gobierno que se había ayudado a combatir y a derrotar en Europa.

Se abre entonces una ola democratizadora, un periodo de afán democratizador, que es más bien impuesto por las circunstancias históricas.

No significa eso que los protagonistas de esta nueva ola vayan a ser demócratas y mucho menos liberales. Esto coincide con un momento muy particular de la historia latinoamericana o en realidad de la historia occidental. Es el momento del gran flujo de masas a las ciudades y hay un nuevo actor importante en la política, que es el trabajador urbano, que es el obrero que va a formar parte de ese de esa entidad política que cobra mucho protagonismo, que es la masa.

Y estos exdictadores van a seducir a esas masas de forma muy efectiva, con medidas que incluso los beneficien notablemente y eso les va a permitir ganar elecciones democráticamente para luego permitir que su instinto autoritario aflore e iniciar una demolición de las instituciones democráticas desde dentro.

El dictador ya no va a llegar a Palacio con un tanque, sino que va a ganar unas elecciones. Y apelando a pequeños trucos o triquiñuelas judiciales, va a empezar a cooptar a las otras ramas del poder y a las otras instituciones. Esa va a ser la gran clave del populismo. Va a mantener formas democráticas, pero su ADN va a ser supremamente autoritario.

Ya entrando en los cincuenta, en 1959 entra el ejército de Fidel Castro a La Habana y triunfa en Cuba. ¿Cuál va a ser el impacto de la Revolución cubana en la región?

Va a tener un impacto descomunal. Va a poner fin a la ola democratizadora que empezó en 1944, 1945. Castro y sobre todo (Ernesto “el Che”) Guevara va a legitimar de nuevo el uso de la violencia para llegar al poder.

Antes de ellos, quienes lo habían legitimado, sobre todo, habían sido los fascistas, incluso los clérigos fascistas o los sacerdotes fascistas argentinos. Y con Guevara lo vamos a volver a ver ya no desde la derecha, sino desde la izquierda, pero va a ser exactamente lo mismo.

Otra cosa muy interesante es que si el Ariel de Rodó fue el libro más importante o más influyente en la primera mitad del siglo 20, desde 1960, el relevo lo va a tomar Guerra de Guerrillas de Guevara. Y si uno examina bien ese libro, dice prácticamente lo mismo. Tiene matices, por supuesto, y tiene está escrito un contexto muy distinto.

Es un llamado a la acción y es un manual práctico, por supuesto, pero en su parte teórica recuerda mucho al arielismo. Rodó decía que el espíritu latino se inclinaba al ideal y que el joven latinoamericano tenía que vivir según ideales. Guevara va a decir o va a complementar esa frase con la siguiente: “el joven latino o el guerrillero no se debe contentar con vivir a la luz del ideal, sino que debe estar dispuesto a morir por el ideal”. Mete este elemento mórbido que también es un llamado a la acción y que es una apuesta del todo o nada por convertir los sueños en realidad. Es decir, por bajar el cielo a la tierra.

Eso es algo que caló hondamente en Gustavo Petro, como vimos en su discurso del 1 de mayo: la exaltación de la lucha armada y de la insurgencia. Eso no ha terminado. Es un capítulo que no hemos cerrado en Colombia.

No lo hemos cerrado. En eso también nos diferenciamos mucho del resto de América Latina, donde la caída del Muro de Berlín sepultó esa etapa. Es evidente que la lucha guerrillera no tiene ningún tipo de sentido, no tiene combustible ideológico, no tiene justificación histórica y muere en todo el continente, menos en Colombia y menos en México, con esa particularidad que ocurre con esa excentricidad guerrillera que es el subcomandante Marcos.

Pero es Colombia el país donde, también por cuestiones históricas, la guerra de guerrillas pareciera que se salta los escombros del Muro de Berlín y sigue andando como si el mundo no hubiera cambiado. Si hay un país en donde el Siglo XX desde luego no ha acabado, es el nuestro. Todavía tenemos a gente en el monte luchando por sueños, ideales y utopías que fueron erradicadas desde sus cimientos en el resto del mundo.

En Delirio Americano hay un paralelismo muy interesante. Es una continuidad de este paralelo que se ve desde el Siglo XIX entre el positivismo y lo que uno podría llamar el arielismo o martínismo. Estas dos corrientes se personifican en dos titanes de la literatura latinoamericana que son Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Tienes ahí unas páginas en el libro donde los comparas a los dos.

Eso es un fenómeno muy interesante el que se gesta en esa generación de escritores, porque todos son antiimperialistas inicialmente y no todos están muy influenciados por la historia previa. A nivel político también son supremamente interesantes.

Vargas Llosa va a empezar a buscar nuevas ideas que reemplacen su credo socialista, su credo latinoamericanista y se va a encontrar con el liberalismo anglosajón. Mientras que García Márquez va a empezar a rescatar ese mundo novísimo martiniano y de alguna manera va a reclamar para América Latina la soledad.

No es gratuito que la palabra soledad aparezca con tanta importancia en los títulos de García Márquez, no solamente en su novela, por supuesto, sino en su discurso del Nobel.

Su discurso del Nobel me parece que es un texto también supremamente influyente. Se llama La Soledad de América Latina. Este es un discurso que dirige a una audiencia europea, sabe que el mundo entero lo está escuchando y les dice a los europeos que no pueden pedirle a América Latina que se adapte a sus parámetros morales y políticos. Que así como valoran la creatividad literaria del continente, también deberían valorar la creatividad política mediante la cual estamos intentando encontrar soluciones nuestras a nuestros problemas. Es un giro de tuerca a Martí.

Y si uno lee entre líneas ese discurso de García Márquez, aunque no lo menciona, lo que se vislumbra es que la sombra de Castro hasta hoy le está diciendo a los europeos “no juzguen a Cuba, no juzguen a la Revolución cubana, porque la Revolución cubana es nuestra forma de llegar a la democracia. Puede que sea lento. No nos pidan que nos adaptemos a sus ritmos, porque nosotros estamos viviendo nuestro propio medioevo”. Eso lo dice en El General en su Laberinto. Pero es una idea que también se vislumbra en este discurso.

Vargas Llosa va a decir “nada de eso. No estamos solos, somos parte de Occidente, no tenemos que inventar la rueda de nuevo, no tenemos que pasar por un periodo esclavista, pedalista, caudillista, autoritario. Podemos ver que ha funcionado en otros lugares”.

Nuevamente, es el mismo debate, el mismo debate en el que empezamos.

Conectemos esto con Gustavo Petro.

Gustavo Petro es desde luego nuestro populista, digamos más conspicuo. No es la primera vez que hay populismos en Colombia. Estaba el dictador (Gustavo) Rojas Pinilla. Y después, claro, vino (Álvaro) Uribe, quien hablaba del estado de opinión, que es una forma de convocar al pueblo.

Se refieren, justamente a lo mismo, a ese factor constituyente del que habla Petro hoy en día, del apoyo popular. Si un caudillo tiene el apoyo popular, está prácticamente inmunizado contra cualquier otro sistema normativo o institución que pretenda frenar su visión, sus planes.

Mencionas, Carlos, a Petro como el último de esta tanda de políticos-poetas ¿Puedes expandir un poco en esta idea de Petro como un creador, que ve su gesta casi que literaria?

Si recordamos las últimas páginas de las de las memorias de Petro, en donde habla de la campaña presidencial que lo llevó al poder, él se refiere a esta campaña como la campaña mágica.

Pero lo suyo, lo de él y lo de todo populista, es la palabra hablada, la oratoria. Tienen un efecto similar: crean magia. La magia del populista de balcón, que con su oratoria cautiva a la masa, consiste en que transforma al átomo social en algo más grande que él.

Digamos que la acción directa de la masa, los hechos consumados por la masa, son lo que cambia la historia dentro de la mentalidad de Petro. Entonces, por supuesto que para esto se necesita un demiurgo, un mago de la palabra que obre ese milagro, que convierta al individuo, al ciudadano, el pueblo en masa.

Petro, como todos los populistas, cree ser la cabeza de un órgano compuesto por el pueblo. Él, como guía, es la persona que tiene la visión, que sabe exactamente cuáles son las opresiones que hay que superar. Sabe exactamente cuáles son las reformas que hay que producir y lo único que necesita es apoyo popular.

Solamente necesita ese factor constituyente, ese factor pueblo, masa, multitud, músculo callejero que lo apoye para que logre conducir al país allí adonde lo quiere llevar.

En ese sentido, es claramente un demiurgo, porque no acepta que se haya hecho nada bien antes que él. En su discurso creo que fue en Cali, ya no solamente hablaba de los 200 años de opresión oligárquica republicana. Se remitía a la colonia y se mencionaba o se autonombraba como el caudillo que iba a liberar a Colombia después de 500 años de opresión.

Luego eso da a entender que en 500 años no ha pasado nada bueno, no se ha hecho absolutamente nada que merezca la pena continuar o conservar. Y por eso puede llegar un líder martiniano en este sentido, un líder creador refundacional, a tirarlo todo abajo y a plantar los nuevos cimientos de un nuevo mundo.

La gran pregunta acá es si refundar el país después de 500 años lo va a lograr hacer en dos años.

Son utopías que llevan a la frustración y a la melancolía y al victimismo, por supuesto. Porque nunca un populista va a aceptar que su visión de totalidad, su sueño de transformación integral, es un proyecto abocado al fracaso. Que es un imposible que la paz total, que pacificar no solamente a Colombia, sino a Ucrania, al Medio Oriente y erradicar el mal del alma humana, eso es, digamos, la mejor forma de fracasar con grandilocuencia.

Lo sensato para un gobernante es escoger muy bien los problemas que quiere solucionar y encontrar recetas efectivas y mediante ensayo y error, ir viendo qué funciona y qué no funciona. Querer atacar todos los problemas humanos en cuatro años de gobierno, desde un balcón con una retórica y una poesía mala, cursi, pues es la mejor receta para el fracaso.

Pero claramente ningún populista, como ningún poeta, va a reconocer que su obra es mala.

Esto nos da también una idea de lo difícil que va a ser para un presidente como Petro poder llegar a acuerdos políticos o buscar ya unos temas más prosaicos en su agenda, porque bajar a los problemas del día a día va a ser muy difícil.

Sí, y también después de llamar a sus opositores “esclavistas” y “masacradores” pues hacer un llamado a la unidad nacional es un canto de cisne, es absurdo. Uno no se sienta con esclavistas y masacradores a hacer un acuerdo nacional. Luego o son masacradores o son adversarios políticos con los cuales se puede sentar a plantear reformas.

Bogotá, D. C, 20 de mayo de 2024

 

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