En un emotivo homenaje póstumo al ilustre artista colombiano y de nombre universal, Fernando Botero, la majestuosa ‘Paloma de Paz’ acompañó, a su creador, en el salón Elíptico del Capitolio Nacional de Colombia, muestra de una escultura que significó para él su avidez, hasta el último momento, para que Colombia, de un a vez por todas, alcance la tan anhelada paz.

Por Leonardo Vargas Mendoza. - En un emotivo homenaje póstumo al ilustre artista colombiano y de nombre universal, Fernando Botero, la majestuosa ‘Paloma de Paz’ acompañó, a su creador, en el salón Elíptico del Capitolio Nacional de Colombia, muestra de una escultura que significó para él, hasta el último momento, sus ganas para que  Colombia, de un a vez por todas, alcance la tan anhelada paz.

La ‘Paloma de Paz’, una de las obras más emblemáticas del Maestro Botero, representa un símbolo de esperanza y unidad, en medio de la adversidad.

Desde su creación, esta obra del maestro Fernando Botero, se convirtió en su compañía en los últimos recorridos a su morada final, cuando sus cenizas lleguen a Pietrasanta, pueblo italiano de artistas y artesanos, después que le den el último ‘A Dios’, sus compatriotas y paisas, en Medellín.

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