Una masiva protesta de los jóvenes del mundo, contra el calentamiento global, dejó a los presidentes de todas las naciones del mundo en un instante de reflexión por las políticas que están llevando a cabo en defensa y cuidado de nuestro planeta tierra, cuya inhumana acción de sus habitantes, están llevando al Planeta Tierra a una tragedia ambiental de inmensas e incalculables proporciones.

Una masiva protesta de los jóvenes del mundo, contra el calentamiento global, dejó a los presidentes de todas las naciones del mundo en un instante de reflexión por las políticas que están llevando a cabo en defensa y cuidado del ecosistema, cuya inhumana acción de sus habitantes, están llevando al Planeta Tierra a una tragedia ambiental de inmensas e incalculables proporciones.

Alrededor de cuatro millones de estudiantes tomaron las calles de decenas de ciudades del planeta para participar en una protesta considerada como la mayor de la historia para luchar contra el cambio climático.

“No hay planeta B" o "Nuestro hogar se está quemando", fueron los mensajes semióticos y hasta humillantes como el que se leyó desde Sao Pablo en Brasil: "Quema a Bozo (Bolsonaro), no al bosque", le dieron la vuelta al mundo en imágenes en las redes y medios de comunicación.

La protesta mundial fue organizada por 350.organizaciones, cuyos líderes que ocupan sus labores en defensa del ecosistema, fueron contundentes en señalar que “Esto no puede seguir así. Nuestro planeta está llegando a su fin", dijo Bernie Waldman, de 14 años, uno de los miles de estudiantes que protestó en Nueva York, donde se permitió a 1,1 millones de jóvenes faltar a la escuela para marchar desde Foley Square a Battery Park, en el sur de Manhattan.

"Protestar no es ni siquiera una opción, es necesario hacerlo (...) como ciudadano de la Tierra", dijo la adolescente neoyorquina Sierra Meloy, de 17 años, que vestía una camiseta negra con la leyenda "La ciencia no es una teoría conspirativa de la izquierda".

Los dirigentes del mundo reaccionaron como la canciller alemana Ángela Merkel quien prometió  al menos 100.000 millones de euros para 2030 con el objeto de luchar contra sectores energético e industrial, impulsar los automóviles eléctricos con emisiones cero y alentar a los viajeros a tomar el tren y no el avión.

Según la ONU, para tener alguna posibilidad de frenar el calentamiento del planeta en 1,5ºC por encima de la temperatura del siglo XIX, el mundo tendría que tener cero emisiones de carbono en 2050.

Bogotá, D. C, 21 de septiembre de 2019

Redacción Ecos Internacional

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