Por Luis Carlos Vélez. Tomado de El Espectador.-EE. UU. logró un histórico acuerdo con Irán que desactivó una de las situaciones geopolíticas más tensas y peligrosas de la historia reciente. Por medio de la diplomacia, dos enemigos acérrimos establecieron un camino de beneficio mutuo que enmarca las bases para que Irán pueda seguir generando energía nuclear, sin que sea capaz de construir una bomba atómica. Una trascendental victoria de las palabras sobre las balas.
El Presidente Obama, quien pasa por los mejores momentos de su presidencia, le informó a su país sobre el trato en un discurso que seguramente quedará en los libros de historia. Un discurso que calaría perfectamente al final de nuestro proceso de paz y que, si le cambiamos las palabras Irán por Farc y Estados Unidos por Colombia, y lo ponemos en el contexto nacional, caería como anillo al dedo.
Acá algunas de las frases, con la modificación anunciada, que sería maravilloso oír al final de nuestro diálogo en Cuba y que de la misma manera describen fundamentales del proceso:
“Este acuerdo demuestra que la diplomacia genera cambios reales y significativos. Cambios que hacen que nuestro país, y el mundo, sean más seguros”.
“Hoy, porque Colombia negoció desde una posición de fuerza y principio, hemos detenido la guerra. Gracias a este acuerdo podremos verificar que las Farc no seguirán en su negocio de la droga y en el camino del terrorismo”.
“Gracias a este acuerdo, estaremos por primera vez en la posición de verificar los compromisos. Esto significa que este acuerdo no está construido sobre la confianza, está construido sobre la verificación”.
“A medida de que las Farc tomen los pasos para implementar este acuerdo, empezarán a ser levantadas las medidas en su contra. Esta ayuda será en fases. Las Farc deben completar severos pasos para lograr ese objetivo”.
“En el momento de evaluar lo acordado, es importante considerar la alternativa. Para ello es bueno mirar un escenario sin este acuerdo. Sin él, no hay un escenario en donde podamos combatir a las Farc hasta el último de sus días”.
“Sin este acuerdo, y sin un punto final para la situación con las Farc, seguirán existiendo los incentivos para que otros grupos por fuera de la ley copien sus estrategias de muerte y destrucción”.
“Como Comandante en Jefe, he enfrentado la decisión de enviar o no soldados a la guerra. Es la determinación más dura que un Presidente debe tomar. En muchas oportunidades he decidido hacerlo en beneficio de nuestra seguridad nacional. Pero también estoy convencido de que nuestra seguridad depende de llegar a un acuerdo con las Farc. De lo contrario, otro Presidente tendrá que volver a enfrentarse a esta determinación que conlleva a más muertos y confrontación”.
“No llegar a un acuerdo significa más guerra. Es más, bajo las condiciones actuales, no perdemos nada intentando resolver este problema de manera pacífica. En el peor escenario, si las Farc violan lo acordado, volveremos al lugar donde estamos ahora. Y si eso es así, el Presidente que me suceda estará en una posición más fuerte militarmente para enfrentar a las Farc”.
“Les recuerdo que uno no hace tratos como este con los amigos. No tenemos que aceptar como realidad inmodificable una espiral hacia el conflicto. Y precisamente ya que lo que está en juego es tan importante, este no es el momento para politiquería o intransigencia. Los discursos políticos pendencieros desde la comodidad de Bogotá no resuelven los verdaderos problemas”.
Tremenda copialina la que nos acaba de entregar Obama. @lcvelez