La renuncia de todo el gabinete gubernamental del Presidente de Rusia Vladímir Putin y el anuncio del mandatario para reformar la constitución política, genera un revolcón en medio de un desgaste del poder del jefe de Estado y las ganas de seguir gobernando a la nación.

La renuncia de todo el gabinete gubernamental del Presidente de Rusia Vladímir Putin y el anuncio del mandatario para reformar la constitución política, genera un revolcón en medio de un desgaste del poder del jefe de Estado y las ganas de seguir gobernando a la nación.

Putin está cocinando un nuevo camino político a través de una transición. Quiere tener un nuevo Gobierno que le permita oxigenarse para continuar en el poder, tal como lo demostró en su discurso de cada año sobre el estado de la nación y donde anunció “cambios sustanciales” en la Constitución para seguir gobernando.  

Dentro de los cambios anunciados señala fortalecer el papel del Parlamento y de un renovado Consejo de Estado, que le permiten seguir liderando la nación.

El inesperado revolcón político y de cambio de Gobierno, ha sido la mayor sacudida institucional para Rusia en años, lo que permite establecer que Putin busca perpetuase después de 20 años como gobernante.

"Estas enmiendas, cuando se adopten, supondrán cambios significativos no solo en varios artículos de la Constitución, sino también en el equilibrio de poder", aseguró el saliente primer ministro de Rusia, Dimitri Medvédev, aliado de muchos años de Putin.

El saliente Primer Ministro asumirá como Vicejefe del Consejo de Seguridad, nuevo cargo y que se compara como el de Vicepresidente, creado por Putin. El remplazo de Dimitri Medvédev es Mijaíl Mishustin, un tecnócrata con fama de eficiente en materia tributaria, nombramiento que debe ser refrendado por la Cámara Baja.

Dentro de las propuestas de Putin se destaca la cuestionada iniciativa que aumenta los requisitos para ser candidato a la Presidencia y la de candidatos a gobernar las regiones. En este aspecto, quedan vetados quienes no hayan vivido en el país durante los últimos 25 años, hayan tenido nacionalidad extranjera, y tampoco podrán presentarse quienes dispongan o hayan dispuesto de permiso de residencia en otro país.

Todo se dispone para que el Presidente Putin asegure que nadie esté en el cargo durante tanto tiempo como él, ni acumule tanta autoridad, que la ha tenido en tiempo y poder, después de Stalin.

Putin, de 67 años de edad, propuso también que las normas de la Constitución deben estar por encima de los acuerdos internacionales. "Rusia puede ser y seguir siendo Rusia. solo como un Estado soberano. La soberanía de nuestro pueblo debe ser incondicional", destacó.

Agregó que "Las exigencias del derecho y los acuerdos internacionales, así como las decisiones de los organismos internacionales pueden funcionar en el territorio ruso solo en la parte en la que no limiten derechos y libertades de la persona y el ciudadano y no contradigan nuestra Constitución", aseguró, al señalar que los cambios deberán ser aprobados mediante un referéndum, el primero de ese tipo desde 1993.

Destaca al mandatario Ruso que los cambios anunciados son un "esfuerzo" por mejorar la democracia.

La situación institucional de Rusia sacudió la élite política de ese país puesto que es la primera vez, después de 20 años, que renuncia todo un gobierno en bloque.

La lupa de las grandes potencias y la comunidad internacional está en la evolución política de Rusia, que permitirá, tal como están los anuncios de Putin, la continuación de la supremacía en el poder del mandatario, en medio de tensiones mundiales como la de Estados Unidos e Irak.

Bogotá, D. C, 16 de enero de 2020

Redacción Ecos Internacional.

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