Muchas son las tareas pendientes pero no imposibles si los estados y gobiernos y sus instituciones tienen en cuenta como prioridad fundamental superar la brecha de la discriminación, rezago del mundo esclavista y colonial.

Por Luis Fernando García Forero.-"Nadie debería ser discriminado debido a su género, identidad de género, raza, edad, discapacidad, origen étnico, orientación sexual, religión, lengua, condición médica o cualquier otro motivo", ha señalado la ONU al elevar a Día Internacional la Cero Discriminación.

Es un proceso que requiere educar y concientizar, derrumbar estructuras de pensamiento que sostienen sistemas de control y discriminación y desarrollar instituciones sólidas de defensa de DDHH.

Ciertamente se han logrado legislaciones globales, regionales y nacionales para derrumbar las conductas que promueven la discriminación, pero aún queda un camino largo y conflictivo.

Un ejemplo de ello es que a pesar de que el liderazgo gubernamental de las mujeres ha demostrado ser de mayor beneficio para equidad y la justicia social, sólo 20 naciones del mundo están comandadas por ellas.

Igualmente, aún persiste la discriminación étnica y cultural teniendo en cuenta que se han reconocido las culturas originarias y ancestrales como base de los imaginarios de América Latina, Asia y Africa.

Muchas son las tareas pendientes pero no imposibles si los estados y gobiernos y sus instituciones, tienen en cuenta como prioridad fundamental superar la brecha de la discriminación, rezago del mundo esclavista y colonial.

Bogotá, D. C, 2 de marzo de 2021

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