Ante los ojos de todos Ferticol, una empresa creada para generar fertilizantes y energía, terminó desmantelada, no solo en su planta física, sino en su patrimonio. Sus lotes fueron vendidos y algunos de ellos pagados con supuestos contratos cuyo respaldo no aparece, conciliaciones judiciales dudosas y créditos del carrusel de contratos del Idesan. ¿Quiénes están detrás?

Tomado de Vanguardia. La Unidad Investigativa del diario Vanguardia publicó un artículo que establece la situación de Ferticol, empresa fundada en el siglo pasado y que actualmente se encuentra en ruinas y peor aún, con deudas principalmente a sus 135 pensionados cuyas mesadas ascienden a $3.300 millones y $5.000 millones de salario a cerca de 100 trabajadores, desde el 2016.

Por la importancia y lo grave que pasa en dicha empresa y la situación que viven pensionados y trabajadores de Fertilizantes colombianos en www.ecospoliticos.com destacamos el trabajo periodístico de la Unidad Investigativa de Vanguardia, el periódico más importante de Santander y del oriente de Colombia:

Ante los ojos de todos Ferticol, una empresa creada para generar fertilizantes y energía, terminó desmantelada, no solo en su planta física, sino en su patrimonio. Sus lotes fueron vendidos y algunos de ellos pagados con supuestos contratos cuyo respaldo no aparece, conciliaciones judiciales dudosas y créditos del carrusel de contratos del Idesan. ¿Quiénes están detrás?

El 3 de marzo de 1966, bajo el liderazgo de Ecopetrol, se fundó en Santander la Empresa Fertilizantes Colombianos, Ferticol, una compañía dedicada a la producción de abono nitrogenado y producción de energías, única en la industria petroquímica del país.

Sin embargo, a finales de la década de los noventa los problemas de tipo técnico, económico y financiero de la compañía llevaron a la suspensión de operaciones en agosto de 1999 por un periodo de 18 meses. Esta situación aumentó el endeudamiento de la compañía, lo que representó un impacto negativo en su patrimonio. Finalmente, en agosto del 2003, Ecopetrol tramitó ante la Superintendencia de Sociedades el proceso para que Ferticol se acogiera a la Ley 550 (reestructuración empresarial), trámite que solo concluyó hasta el 30 de septiembre del 2012.

De acuerdo con los hallazgos de la Contraloría, que aún no son públicos, en la revisión de una de las conciliaciones entre Fabián Rolando Méndez y los 70 trabajadores de Ferticol aprobadas por el Mintrabajo, los valores están inflados y no corresponden a la realidad financiera de la empresa.

En el mismo año que Ecopetrol inició el trámite de reestructuración empresarial (2003), cedió parte de su participación accionaria a la Universidad de la Paz (Unipaz) y, en 2006, cedió el total de sus acciones en Ferticol a la Gobernación de Santander, como una estrategia para apalancar recursos y reactivar la compañía.

A pesar de los recursos invertidos por el Gobierno Nacional y departamental, Ferticol nunca logró su supervivencia financiera, tanto así que en abril del 2019 la Superintendencia de Sociedades aprobó la liquidación solicitada por la junta de accionistas, ante el reiterado incumplimiento en el pago de las obligaciones.

Juan Carlos Reyes, exgerente de la compañía de fertilizantes y hoy director de la Cdmb, ha sido señalado de haber recibido 10 veces más del valor que le correspondía por la liquidación de sus 10 meses de trabajo en Ferticol.

Pero mientras esta liquidación se dilata, los rumores de que fueron los malos manejos y los pagos irregulares los que llevaron a esta crisis crecen. Hoy esta empresa, lejos de ser el orgullo regional que pretendía, se convirtió en una caja de pandora de irregularidades, que espera su liquidación, en medio del desmantelamiento no solo de sus instalaciones físicas, sino de lo poco que queda de su patrimonio.

Vanguardia investigó y encontró que en esta compañía hay dineros que no aparecen, lotes que se vendieron sin respaldo financiero, conciliaciones judiciales que no se explican y pagos parciales a trabajadores que fueron cobrados a Ferticol por su monto total.Todo ante la inexplicable inacción de las entidades de control.

  1. Dineros perdidos

Ante la crisis financiera que atravesaba Ferticol, en 2012 su junta directiva, encabezada por el gobernador Richard Aguilar, aprobó la enajenación de la mayoría de los bienes inmuebles como mecanismo de salvamento financiero.

$3.000 Millones es el pasivo pensional de Ferticol, dinero que se le adeuda a 135 pensionados.

Una vez se inició el proceso de enajenación, Ferticol puso a la venta cinco de seis predios de su propiedad. El lote 1, de 7,7 hectáreas, fue vendido al consorcio Obcivil SA y Kivu SAS; los lotes 2 y 3, de 10,9 y 6,5 hectáreas respectivamente, pasaron a manos de Fabián Rolando Méndez. El lote 4, de menos de una hectárea, fue adquirido por el cuerpo de Bomberos de Barrancabermeja y el quinto lote, de 2,6 hectáreas, les fue vendido a los empresarios Odilo Marín, Héctor Tiberio Valencia y Néstor Quintero.

Por la venta de los lotes Ferticol aspiraba a recibir $69.146 millones, que se destinarían al pago del pasivo laboral y la modernización de la empresa. Sin embargo, lejos de sacar adelante la empresa, los dineros por esta venta se “esfumaron” y las deudas aumentaron, hasta llevar a la empresa a la quiebra. Tan solo en pasivo pensional, Ferticol adeuda más de $3.000 millones a 135 pensionados.

Según, Juan Carlos Sierra, gerente de Ferticol, de los cerca de $70 mil millones que tenía proyectado recaudar la compañía por la venta de los cinco lotes solo ingresaron a las arcas de la entidad $28 mil millones.

“De esos $70 mil millones, recibí $28 mil millones, que se invirtieron en la empresa y en la fiducia, dejando unos ingresos cercanos a los $40 mil millones. Pero hoy en la fiducia no hay nada, incluso se le debe una plata”, Juan Carlos Sierra, gerente de Ferticol

  1. ‘Carrusel de créditos’: la pista

La dificultad para entender lo que pasó con los dineros de la venta de los lotes inicia con la ausencia de estados financieros, pues no hay información clara sobre las cuentas de Ferticol para las vigencias 2017, 2018, 2019 y 2020. No obstante hay dos negociaciones que están bajo la lupa: la venta de los lotes 2 y 3 a Fabián Rolando Méndez Cáceres, esposo de la diputada de Cambio Radical, Marggy Carolina Rangel, y conocido en los círculos políticos por su cercanía a Luis Alberto Gil, fundador del extinto partido Covergencia Ciudadana (luego llamado Opción Ciudadana) y condenado por parapolítica. La duda se dio desde el inicio, por cuanto Méndez Cáceres hizo la millonaria compra como persona natural sin demostrar ni capital ni respaldo financiero pese al alto monto de la compraventa.

Una investigación de la Contraloría General de Santander señaló a Fabián Rolando Méndez como uno de los beneficiarios del ‘Carrusel de créditos’ por más de $12 mil millones en el Instituto Financiero para el Desarrollo de Santander, Idesan. Según el ente de control, desde el 2016 empresas y personas naturales recibieron millonarios préstamos de esta entidad sin garantías reales que le permitieran hacer cobros coactivos en caso del no pago de las acreencias. Uno de estos beneficiados fue precisamente Fabián Rolando Méndez.

$12.000 millones en créditos irregulares se habrían otorgado en el Instituto Financiero para el Desarrollo de Santander, Idesan

Gracias a este ‘carrusel de créditos’, Méndez pudo acceder, en agosto del 2016, a un crédito con el Idesan por $1.800 millones, para pagar uno de los lotes que había adquirido a Ferticol. Pero a pesar de que durante dos años no cumplió con el pago de las cuotas, tres años después, en marzo del 2019, Fabián Rolando fue beneficiado por otro crédito con el Idesán con el cual pagó la totalidad de la deuda con la misma entidad. Según la Contraloría, dicho crédito fue desembolsado a nombre de la empresa Global Project.

“Dentro de los soportes de desembolso efectuado a Zambrano Cabrera & CIA S. en C.S, por autorización de Global Project Business SAS, se evidenció la comunicación de fecha 13 de marzo de 2019 (fecha anterior al desembolso del crédito a Global Project Business SAS) en la cual Zambrano Cabrera & CIA S. en C.S solicitó que de los $2.260.000.000 que le pagarían fueran abonados $1.924.496.492 a la deuda No.38-16-014-00-03 con Idesán del señor Fabián Rolando Méndez Cáceres... y que $335.503.508 fueran consignados a la cuenta a nombre de Zambrano Cabrera”, se lee en el informe de la Contraloría.

Zambrano Cabrera & CIA S. en C.S, firma que da la orden a Global Project Business SAS de girarle los recursos del crédito del Idesan a Fabián Rolando Méndez es representada por el exgerente de la Empresa Municipal de Aseo de Bucaramanga y exdirectivo de Opción Ciudadana, Rodrigo Zambrano Pinto, también del círculo político de Luis Alberto Gil.

De hecho, en 2016, Fabián Rolando Méndez, su esposa Marggy Rangel y el exconcejal de Bucaramanga Arturo Zambrano (sobrino de Rodrigo Zambrano) fueron parte de la junta directiva de Auser, una de las firmas vinculada al grupo Solsalud, de quien Luis Alberto Gil fue fundador.

En 2016 Marggy Rangel llegó a la Asamblea por Opción Ciudadana. Al perder este partido la personería jurídica, Rangel se hizo reelegir pero ahora bajo las banderas de Cambio Radical.

  1. Maratón de conciliaciones

Pero la estrategia de Fabián Rolando Méndez para “pagar” los lotes adquiridos en Ferticol no solo se basó en el cruce de cuentas con créditos propios y de terceros en el Idesan. Fabián Méndez, a través del abogado Iván Lorenzo Quintero, se convirtió en un gestor crediticio ante Ferticol. Esta figura permitió que Méndez y Quintero compraran las acreencias prestacionales y salariales que tenía Ferticol con el compromiso de un pago oportuno a los trabajadores, pero por un precio menor al realmente adeudado.

“La venta de los lotes tenía como finalidad el pago de los pasivos laborales que tenía la empresa con sus trabajadores y en ese sentido, Fabián Rolando se ha dedicado en los últimos años a negociar esas deudas que tiene la compañía ofreciéndole un pago menor de la obligación, pero a corto plazo. El señor Méndez se quedaba con dichas acreencias, las cuales hacía efectivas por el valor real de la obligación, valor que le era descontado de la deuda del lote 2. Así el lote le salía aún más económico”, indicó uno de los exdirectivos que prefirió mantenerse en el anonimato.

Este actuar quedó en evidencia el 20 de diciembre del 2019, cuando en el Ministerio de Trabajo seccional Barrancabermeja se aprobaron 70 conciliaciones laborales entre Ferticol e igual número de trabajadores, en las que se les reconocía el pago de bonos de recreación y vacaciones; mora de cesantías; prima de vacaciones, de servicios y Navidad, entre otros.

Vanguardia tuvo acceso a las maratónicas conciliaciones que le costaron a Ferticol cerca de $15 mil millones. Dichos recursos fueron descontados de la deuda que Méndez tenía por la compra de los lotes.

Pero al tiempo que se firmaban las conciliaciones con el Ministerio de Trabajo, Fabián Rolando Méndez e Iván Lorenzo Quintero acordaban con los mismos empleados de Ferticol pagos mucho más bajos que los valores conciliados ante el Ministerio. De esta forma Méndez y Quintero se quedaban con la diferencia entre lo pagado por Ferticol como gestores crediticios y lo realmente desembolsado a los trabajadores.

“El señor Fabián Rolando junto con el abogado Iván Lorenzo se aprovecharon de la necesidad de los trabajadores de la empresa que llevaban varios años esperando el pago de sus sueldos y en pleno diciembre, cuando los trabajadores estaban más afanados de plata, Fabián Rolando se dedicó a negociar esas deudas que tenía la compañía ofreciéndoles un pago menor de la obligación, pero a corto plazo”, manifestó el directivo de Ferticol.

Como resultado del no ingreso de los recursos del lote 2, que debía darse el 30 de diciembre de 2018, el comité de vigilancia de Ferticol realizó una reunión el 14 de febrero de 2019 para poner de presente tal situación. Vanguardia tuvo acceso al acta del encuentro, en el que también participó Fabián Rolando Méndez, como gestor de las acreencias de los trabajadores de Ferticol.

“El Dr. Fabián comenta que ha estado realizando las gestiones necesarias con los acreedores de seguridad social, que es la mayor acreencia que tiene la compañía, y espera finiquitar esta gestión con la firma de un acuerdo de pago con los mismos, en la cual les está proponiendo dación en pago de bienes inmuebles”, dicta el documento.

La negociación de las acreencias por parte de Méndez Cáceres fue tan fructífera, que incluso en el cruce de cuentas con la fiducia, Fabián Rolando terminó con un saldo a favor de $370 millones que hoy le debe Ferticol tras descontar el “pago” de los dos lotes.

A pesar de que aún no se ha hecho público, la Contraloría avanzó en las investigaciones por estas conciliaciones y encontró varios hallazgos.

“Ferticol recibió recursos, los cuales utilizó en pago de conciliaciones laborales suscritas ante el Ministerio de Trabajo de fecha 20 de diciembre de 2019, conciliaciones por procesos y demandas civiles correspondientes a cuatro procesos, pago de comisiones fiduciarias y suministro de bienes y servicios por cuenta de Ferticol realizados por la Sociedad Inversora Santamaría S.A.S; por lo cual se configura un hallazgo de tipo Administrativo, Disciplinario por el incumplimiento de sus funciones; hallazgo sancionatorio por no entregar toda la información y soportes de cada egreso realizado; (hallazgo) fiscal por valor de $30.116.852.349, por el presunto daño patrimonial al Estado y penal por presunto peculado por apropiación”, se consigna en el informe de la Contraloría.

  1. Conciliaciones infladas

De acuerdo con los hallazgos de la Contraloría, que aún no son públicos, en la revisión de una de las conciliaciones entre Fabián Rolando Méndez y los 70 trabajadores de Ferticol aprobadas por el Mintrabajo, los valores están inflados y no corresponden a la realidad financiera de la empresa.

“Revisada la certificación salarial allegada por los exgerentes al trabajador con contrato vigente salario mensual 2020 de $2.028.900, comparado con los datos liquidación por concepto de Salario Jul- 2017-2019 por valor de $69.358.385 millones, el valor promedio por los 20 meses adeudados es $2.311.946 pesos, cifra notoriamente superior al salario vigente para el año 2020; así mismo sobre unas cesantías adeudadas de $8.213.616, le reconocen por concepto de mora en cesantías $59.817.453”, dicta el reporte.

Así mismo, el ente de control advierte que con el visto bueno a esta conciliación por parte del exgerente Carmelo Reyes, se dio pie a una ‘avalancha’ de conciliaciones por parte de trabajadores de la compañía de fertilizantes que también pedían igualdad en el pago de sus acreencias.

Todas las conciliaciones realizadas el 20 de diciembre del 2019 fueron firmadas por el entonces gerente de Ferticol, Carmelo Reyes; el trabajador citante; el abogado Iván Lorenzo Quintero y el inspector de Trabajo y Seguridad Jorge Enrique Cubides, quien se estrenaba ese día en el cargo luego de su traslado desde Sabana de Torres. Como dato curioso, el abogado Quintero se desempeñó también como Secretario de Gobierno del mismo municipio en 2012.

Mientras algunas personas insisten en la búsqueda de una salida para rescatar la empresa, otros advierten que lo más saludable es liquidarla.

Pero las conciliaciones infladas no solo fueron para los trabajadores de Ferticol. Directivos como Juan Carlos Reyes, exgerente de la compañía de fertilizantes y hoy director de la Cdmb, ha sido señalado de haber recibido 10 veces más del valor que le correspondía por la liquidación de sus 10 meses de trabajo en Ferticol.

Según el actual gerente de la empresa de fertilizantes, a Reyes Nova la compañía le adeudaba $33 millones de liquidación, sin embargo, a través de una demanda administrativa que terminó nuevamente con una conciliación laboral en el Ministerio de Trabajo de Barrancabermeja, el exgerente recibió $346 millones. El abogado de Juan Carlos Reyes en este proceso fue también Iván Lorenzo Quintero. Así mismo, la conciliación también fue aprobada por el exgerente Carmelo Reyes.

$15.000 descontó Fabián Rolando Méndez de la deuda que tenía con Ferticol por la compra del lote 2.

Aunque reconoció que sí interpuso una demanda exigiendo sus acreencias salariales como exgerente de Ferticol, Juan Carlos Reyes insiste en que no recibió los $346 millones que asegura el actual gerente Sierra Ayala. Incluso, Reyes Nova afirma que demandó al abogado Quintero por abuso de confianza. “Yo no recibí ni un solo peso de esos $346 millones que dicen me fueron desembolsados por Ferticol. Yo efectivamente le di un poder al abogado Iván Lorenzo Quintero para que me representara en este proceso en el que exigía lo que me correspondía por mis 10 meses al frente de la empresa. No hay ningún soporte o transacción en la que yo, Juan Carlos Reyes, recibí esos $346 millones por parte de la empresa o por parte del abogado. A mí no me ha llegado el documento en donde supuestamente el abogado fue el que recibió esa liquidación y la de otras tantas personas. Yo no he recibido ni dineros, ni propiedades, ni en especie por parte de Ferticol ni del abogado. En diferentes ocasiones del 2020 y lo que va del 2021 le he escrito al abogado para que me presente la liquidación final o me informe sobre la evolución del proceso, pero hasta ahora no ha habido una respuesta efectiva por parte del señor Quintero”, indicó Reyes Nova.

Desde su creación a mediados del siglo XX, Ferticol venía teniendo problemas financieros. Esto, sumado a unos daños graves en la planta de amoniaco llevaron a que en los años 60 se suspendieran las actividades.

Fuentes al interior de la Cdmb, entidad que actualmente preside Juan Carlos Reyes, le confirmaron a esta redacción que días después de que el director de la Corporación interpuso un recurso en contra del abogado Iván Lorenzo Quintero, Fabián Rolando Méndez estuvo en la Cdmb tratando de hablar con Reyes Nova para que desistiera de dicho recurso. Sin embargo, el gerente de la Corporación aseguró que no sostuvo conversación alguna con Méndez Cáceres. “Si estuvo en la Corporación no supe. Yo no tuve ninguna conversación con el señor Fabián Rolando en estos días”, puntualizó Reyes Nova.

  1. Cables como forma de pago

Tres días después de la maratón de conciliaciones, ya se habían expedido las escrituras del lote 2 a nombre de Fabián Rolando Méndez e Inversora Santamaría, quienes terminaron asociados en la compra del predio. Para finiquitar esta compra, aportaron a la deuda del lote $5.667 millones pagados a través de un supuesto contrato de suministro de bienes y servicios a Ferticol, que se justificó a través del acta No. 001 de ejecución del contrato de cuentas en participación entre Ferticol e Inversora Santamaría SAS. No obstante, según los hallazgos de la Contraloría, no se encontró soporte jurídico de dicho contrato ni de los precios que de allí se derivan. Este contrato suscrito por Santamaría consistía en la reinstalación de las líneas de alta tensión que unen las diferentes subestaciones que alimentan los consumos de las diferentes plantas de producción de Ferticol.

Ferticol nunca llegó a ser una empresa rentable en sus más de 50 años de historia y siempre estuvo acompañada de crisis financieras y problemas en los suministros.

“Como no pagaron el gas, la planta se quedó sin generación de energía eléctrica. Varios días la empresa estuvo sin energía y en ese periodo se metieron los ladrones y se robaron todo el cable, el cable de hace 50 años, que ya no se consiguen en el mercado. La empresa entró en una crisis profunda, por lo que le dijeron a Santamaría que pusiera la plata para volver a interconectar todas las plantas. Santamaría puso el cable e hizo la interconexión, pero interconectar la planta no garantizaba arrancar las plantas, porque los ladrones o quienes hicieron ese acto de vandalismo afectaron lo que se denomina los lazos de control, que son las conexiones que van dentro de los dispositivos de control de la planta y elementos del proceso. Y esos equipos no se pueden volver a interconectar, porque muchos de esos equipos son de hace 50 años y ni los ingenieros saben cómo volverlos a conectar”, explicó Juan Carlos Sierra, gerente de Ferticol.

Los $5.667 millones que habría aportado Inversiones Santamaría a través de este contrato fueron descontados de la Alianza Fiduciaria para el pago efectivo de la promesa de compraventa sobre el lote 2 de Ferticol, tras la autorización del gerente de la época, Elkin Doria.

A pesar de la orden de pago de los $5.667 millones, al cierre de esta investigación no se conocían documentos que sustentaran la necesidad, estudios previos, soporte jurídico, contrato o informe de ejecución de esta contratación.

“El referido Acuerdo es relacionado dentro de esta “acta de ejecución No. 1” sin que esté debidamente motivado y soportado jurídicamente este pacto, es decir sin que Ferticol haya justificado contractualmente la existencia previa de este, ni los precios que de allí se derivan, acuerdo con el contratista del contrato de cuentas en participación, aplicar lo presuntamente invertido por este en obras (Inversora Santamaría), para el pago efectivo del contrato de promesa de compraventa suscrito el 2 de junio de 2015 sobre el lote de terreno con matrícula inmobiliaria No. 303-8647 de la oficina de Instrumentos públicos del Círculo de Barrancabermeja...”, dicta un aparte de la auditoría de la Contraloría bajo reserva.

  1. Traslados de cuenta sin sustento

Otro de los hallazgos reseñados en el informe auditor que sigue en reserva revela la existencia de irregularidades en el manejo de las cuentas bancarias de Ferticol.

“Ferticol posee una cuenta de Ahorros No. 488.17859-8, en el Banco Itaú y registra saldo a diciembre 31 de 2017 por valor de $11.357.754,60, y en el mes de enero del 1 a 31 de 2018, registró depósitos por valor de $22.000.000 y retiros por traslados y notas débito por valor de $33.224.856, que la entidad no soportó por qué concepto fueron retirados estos recursos. Además, en el mes de mayo de 2018 reflejó consignación por valor $1.280.000 y retiros por valor de $1.292.828, sin soportar estos egresos. Dineros que sumados dan un total de $34.517.684, sin autorizaciones, ni soportes de ningún tipo”, dicta el informe.

En 2018, Ferticol era gerenciada por Elkin Doria.

Hoy más de 90 trabajadores siguen vinculados a Ferticol, a pesar de que la empresa no tiene producción. Las acreencias laborales crecen día a día.

  1. No coincide la cantidad de personal

La Contraloría también prendió las alarmas por la falta de información concreta sobre la cantidad de trabajadores que actualmente están vinculados a Ferticol.

“A folio 9 del referido informe de gestión rendido por los exgerentes reposa la certificación en donde certifican (sic) que a junio de 2020 la planta de personal de Ferticol S.A está conformada por 93 funcionarios según anexo. En otra parte del informe vuelven a relacionar 96 trabajadores. “A julio de 2020 la empresa cuenta con 96 trabajadores de una nómina de años anteriores de 236 trabajadores, lo que representa una disminución de personal del 56,7% equivalente a $6 mil millones anuales... “, indica el informe.

Además, la Contraloría advierte que mientras la información sobre el número de trabajadores es incierta, las acreencias laborales aumentan exponencialmente por la falta de producción de la empresa.

“El grupo auditor no tiene certeza, en principio, si la empresa no se encuentra en producción cómo pretenden sostenerla indefinidamente, aún a costa del reconocimiento de salarios sin recibir contraprestación alguna, lo anterior en tratándose de una empresa industrial y comercial del Estado”, agrega la Contraloría.

  1. El último lote, en riesgo de embargo

Pero los problemas financieros para Ferticol no terminan con los recursos extraviados de la venta de los lotes. Ahora, el lote 6, el único que queda en el patrimonio y donde opera la planta de tratamiento de la empresa de fertilizantes, estaría en riesgo de ser embargado, al ser prenda de garantía en otro de los contratos suscritos con la Inversora Santamaría.

El caso se remonta a enero del 2016, cuando Ecopetrol y Ferticol firmaron el contrato de suministro GAS-003-2016, mediante el cual Ecopetrol se comprometía, por un término de 10 años, a suministrar gas con una tarifa de costo fijo, recurso fundamental para el funcionamiento de las plantas del proceso petroquímico y su producción de abono nitrogenado, así como la autogeneración de energía eléctrica de Ferticol.

Para tal fin, en mayo del 2017, bajo la gerencia de Elkin Doria, Ferticol celebró un contrato en cuentas de participación con la firma bogotana Inversora Santamaría, como aliado estratégico para la producción de energía y la renovación tecnológica, a través del aprovechamiento de los bajos costos del gas subsidiado que Ecopetrol le suministraría a Ferticol.

En este contrato, la empresa de fertilizantes se comprometía a disponer del espacio físico en el que se desarrollaría el proyecto, además de aportar la materia prima para la generación de energía representada en el suministro del gas con precios subsidiados por Ecopetrol. Por su parte, Inversora Santamaría aportaría el apalancamiento financiero para renovar la capacidad instalada en la empresa para la generación de energía, así como su experiencia técnica y administrativa.

Para que el negocio fuera rentable, Santamaría se comprometía a que, con el suministro de gas subsidiado por parte de Ecopetrol, generaría 4 Megawatts de potencia para el funcionamiento de Ferticol y el restante sería comercializado por la firma bogotana de manera independiente.

Como respaldo del acuerdo, Elkin Doria, gerente de Ferticol para la época, dispuso que Santamaría tomara en comodato el lote 6 de manera gratuita y con opción de compra, por el término de duración del contrato.

“A los pocos meses de firmado el contrato, el gerente de la época dejó de pagar el gas. El comienzo de la catástrofe de Ferticol fue por errores administrativos predecibles de las personas de la gerencia, que dejaron de pagar el gas y al dejar de pagar el gas, obviamente se apaga el turbogenerador y al no haber energía se apaga todo el complejo. En un año dejaron de pagar cinco veces el gas. Además, hubo una mala política comercial, donde no se vendían algunos productos como el ácido nítrico, por lo que a pesar de la producción de Ferticol, sus plantas de almacenamiento se fueron copando hasta que llegó un momento que tuvieron que apagar la planta, porque se derramaban los tanques por sobreproducción”, advirtió Juan Carlos Sierra, gerente de Ferticol.

Por su parte, el senador de Cambio Radical Richard Aguilar señaló a Ecopetrol como uno de los responsables de la actual crisis financiera de Ferticol, ya que, según él, la petrolera incumplió el contrato mediante el cual se comprometía a suministrarle gas con precios subsidiados.

“De manera unilateral Ecopetrol interrumpió el contrato de suministro contrato GAS-003-2016, mediante el cual suministraba gas subsidiado a Ferticol para sus procesos petroquímicos y su propia generación eléctrica. Ahora Santamaría quiere demandar a la Gobernación de Santander por incumplimiento, situación que es aún más grave, teniendo en cuenta que en una de las cláusulas del contrato entre Ferticol y Santamaría, firmado en la administración de Didier Tavera, está comprometido el lote 6 de la compañía, el único bien activo que le queda a Ferticol para operar y responderles a sus trabajadores”, indicó Aguilar.

A su turno, el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, señaló que el contrato de suministro de gas subsidiado a Ferticol se tuvo que interrumpir, pues dichos beneficios se dan para que las empresas del Estado apalanquen su propio funcionamiento, requisito que rompió con la llegada de Santamaría como particular, que también iba a recibir un beneficio al poder vender en el mercado el excedente de la energía eléctrica generada para Ferticol.

“El contrato del 2016 permitía que el gas fuera utilizado en el proceso petroquímico como materia prima para la producción de fertilizantes, pero también permitía que el gas fuera utilizado para generar energía para sus propias operaciones y que los equipos pudieran funcionar. Con el nuevo esquema que Ferticol implementó para estos equipos de generación y unos acuerdos con esos terceros, pues esa energía era para terceros, para venderla por fuera de Ferticol, y esa es una de las mayores limitaciones para el contrato del 2016”, señaló Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.

Inversiones Santamaría es una empresa bogotana creada en el 2010 y representada legalmente por Deissy Paola Rodriguez. La firma cuenta con un amplio objeto social, que cubre desde la generación, distribución y comercialización de energía eléctrica, hasta crear y administrar medios de comunicación que difundan el deporte y el espectáculo.

Doria se defiende

Para el exgerente de Ferticol Elkin Doria, la crisis financiera de la empresa es un problema heredado desde hace dos décadas y que se ha evidenciado en los últimos años.

Doria, quien estuvo al frente de la empresa de fertilizantes para la vigencia 2017, fecha en la que se firmó el contrato con Santamaría, aseguró que la falta de pago de servicios como el gas se dio por la falta de ingresos y las problemáticas sindicales.

2017 fue el año en que Ferticol cesó sus operaciones completamente, por falta de suministro de energía eléctrica.

“El contrato sí se firmó con Santamaría, pero nunca se empezó a ejecutar en su medida, porque nunca se materializó en ese contexto de que las plantas estuvieran en un punto de arranque. El turbogenerador se dañó en febrero del 2017 y quedó por fuera de línea, debido a unos problemas que tenía la máquina. No se puede salir a decir que la empresa paró porque no se pagó el gas, ¿cómo se paga el gas, que eran en promedio $52 millones diarios, si no hay producción, porque el turbogenerador está averiado? ¿De dónde se saca la plata? ¿Cómo se mantiene encendida una empresa donde el gas hay que pagarlo todos los días a las 3 de la tarde, más de $60 millones diarios? Ahí hay dos circunstancias muy difíciles, cuando hay dos sindicatos que están desde el primer día entorpeciendo un proceso, porque si uno no les da lo que quieren, le paran la empresa. Si usted no tiene flujo de caja, ¿de dónde saca la plata para pagar? Pero cuando se lograba obtener algo de recursos para poder pagar el gas y poder producir, tocaba entonces contar con la suerte de que los sindicatos quisieran trabajar”, indicó el exgerente.

Así mismo, Doria asegura que no es cierto que en su administración no existieran estados financieros.

“Eso no es cierto, en la medida que Juan Carlos solicita una documentación y yo entrego la que tengo, porque es que la empresa está paralizada y todos sus trabajadores fueron de Juan Carlos Sierra, entonces con los sindicatos en su contra y la gente no le entregaba a usted la respectiva información. Ahí están las certificaciones del Ministerio de Trabajo sobre sus ceses de actividades, además, los ceses de actividades comenzaron desde el 27 de febrero, tengo 10 amenazas de muerte de los sindicatos. Él como gerente podrá decir muchas cosas, pero al final yo le entrego la información a la Contraloría y Procuraduría... El señor Julio Flórez nunca fue a trabajar en la compañía en el 2017 y 2018, porque era miembro del sindicato y hoy como era de su cuota política, Juan Carlos Sierra lo nombró director financiero de la compañía”, agregó Elkin Doria.

Además, negó que Inversiones Santamaría hubiera llegado a Ferticol por intermediación de Fabián Rolando Méndez.

 “Santamaría presentó su oferta junto con otras 10 empresas que querían ejecutar el contrato, Santamaría llega a Ferticol porque Metalúrgica de Santander en su momento había comenzado a trabajar una serie de actividades de un proyecto piloto para el mejoramiento de la producción de la compañía, en el 2015. Posteriormente Juan Carlos Reyes comenzó a traer un programa que beneficiara el desarrollo de la empresa, entonces Santamaría ya venía ejecutando labores desde el 2015. Todos hablarán del doctor Fabián Rolando Méndez, pero indudablemente Santamaría llega por unos temas de ingeniería... Cuando hablamos de Santamaría no es una empresa que apareció de la noche a la mañana, sino una empresa fuerte en varios sectores”, acotó Doria Sánchez.

Elkin Doria no se quiso referir a la cláusula que pone en riesgo la propiedad del lote 6 de Ferticol, argumentando que no recuerda los pormenores. “No tengo a la mano los documentos. Desde el 2018 estoy retirado de Ferticol y estoy dedicado a otro sector”, puntualizó.

El exgerente de Ferticol para la vigencia 2018 y 2019, Carmelo Reyes, no contestó las llamadas de esta redacción. Tampoco lo hizo Fabián Rolando Méndez Cáceres.

Liquidación a la vista

Fuentes al interior de la Gobernación de Santander le confirmaron a esta redacción que el gobernador Mauricio Aguilar ya dio la orden para que en esta vigencia se presente ante la Asamblea el proyecto de ordenanza solicitando la autorización para la liquidar a Ferticol, como está aprobado por la junta de acreedores desde abril del 2019.

Sin embargo, diputados como Leonidas Gómez y Elmer Harnache han anunciado que se interpondrán a dicha iniciativa, pues consideran que aún existen otros procedimientos para salvar a la empresa de fertilizantes.

En el 2019 el gobierno de Didier Tavera presentó dos proyectos de ordenanza para liquidar Ferticol. Ambos proyectos fueron hundidos en la Asamblea.

Lo único cierto hoy es que Ferticol es una empresa cuyos pasivos crecen, su planta no opera y sus instalaciones se ahogan en la maleza, los malos manejos y la absoluta indeferencia de los entes de control.

Bucaramanga 7 de marzo de 2021

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