Científicos estadounidenses, Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y el japonés Shimon Sakaguchi, ganaron el Nobel de Medicina 2025, por sus resultados en la investigación del sistema inmunitario: cómo el cuerpo controla el sistema de defensa para evitar enfermedades autoinmunes.
El premio, que será entregado en una ceremonia el 10 de diciembre, incluye un diploma, una medalla y un cheque por 1,2 millones de dólares.
"Descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica", fue la distinción a las investigaciones según establece el comunicado del comité del Nobel.
Se establece que dicho mecanismo es el que regula que las células de defensa del organismo no ataquen tejidos del propio cuerpo y que no desarrollemos enfermedades autoinmunes.
"Sus hallazgos han sentado las bases para un nuevo campo de investigación y han impulsado el desarrollo de nuevos tratamientos, por ejemplo, para el cáncer y las enfermedades autoinmunes", explicó el jurado.
"La esperanza es tratar o curar enfermedades autoinmunes, proporcionar tratamientos más efectivos contra el cáncer y prevenir complicaciones graves después de trasplantes de células madre", agregó el comité.
Sakaguchi, investigador en inmunología en la Universidad de Osaka, dijo que recibir el Nobel "es un honor... espero que este premio sirva como una oportunidad para que este campo se desarrolle aún más, en una dirección donde pueda aplicarse en entornos clínicos reales".
Brunkow, quien trabaja en el Institute for Systems Biology de Seattle, afirmó que fue un honor trabajar en el tema, pero aclaró que "mi carrera en las ciencias ha cambiado bastante desde que se realizó ese trabajo y de hecho ya ni siquiera trabajo en ese campo en particular".
Linfocitos T reguladores
Sakaguchi, de 74 años, hizo el primer avance clave en este campo en 1995, al descubrir una clase previamente desconocida de células que protegen al cuerpo de las enfermedades autoinmunes.
Brunkow, nacida en 1961, y Ramsdell, de 64 años, realizaron otro hallazgo clave en 2001, al demostrar por qué ciertos ratones eran especialmente vulnerables a enfermedades autoinmunes.
"Descubrieron que estos ratones tenían una mutación en un gen al que llamaron Foxp3", detalló el jurado.
También demostraron que las mutaciones en el equivalente humano de ese gen provocan una grave enfermedad autoinmune llamada el síndrome IPEX.
Bogotá, D. C, 6 de octubre 2025
Redacción Ecos Salud.