En estos días, el experto en Smart Cities, Jordi Hereu, visitó Colombia para participar en el 2do Foro rEvolución en la era Digital, Investigación y Desarrollo, que se cumplió en Bogotá. Al evento asistió Ecos, quien tuvo la oportunidad de entrevistarlo:

Por Luis Fernando García Forero.- En este milenio un tema imparable porque avanza a velocidades majestuosas en su desarrollo, es la tecnología. Es una circunstancia que rodea y consume cada instante a cada individuo, pero a la vez lo llena de información en segundos, adecuando el objeto al entendimiento sobre determinado hecho que haya pasado en cualquier parte del mundo. 

Esos fenómenos tecnológicos en la revolución de las comunicaciones, incide no solo en cada individuo como tal, sino que es una herramienta que ya los estudiosos del tema le hacen elogios, al concebirla como un gran instrumento al servicio del desarrollo para mejorar la calidad de vida en las ciudades. 

Barcelona, España, es una de las ciudades forjadoras en la aplicación de la tecnología digital al servicio del desarrollo de las grandes urbes y los municipios. El exalcalde de esa ciudad de la madre patria, Jordi Hereu, que la gobernó y administró entre el 2006 y 2011,  no ha dejado de recorrer el mundo destacando la importancia de la tecnología para mejorar la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. 

En estos días, el experto en Smart Cities, Jordi Hereu, visitó Colombia para participar en el 2do Foro rEvolución en la era Digital, Investigación y Desarrollo, que se cumplió en Bogotá. Al evento asistió Ecos, quien tuvo la oportunidad de entrevistarlo:  

ECOS: ¿Existe verdaderamente las Smart City o Ciudades Inteligentes, o solo está en la teoría, en los conceptos?

JH: Smart City, ciudad inteligente, es un concepto que nació hace ya más de 10 años y que ha venido evolucionando. Empezamos a ver ya en muchas ciudades elementos reales y concretos, pero parciales, de lo que sería un diseño ciudad  Smart City. El concepto de Smart City ya forma parte de un mínimo consenso. 

ECOS: ¿Podríamos establecer que es un proyecto colectivo de ciudad?

JH: Es claro que la combinación de proyecto colectivo de ciudad y que sabe pedirle a la tecnología cuáles son sus necesidades y a darles solución, ambas cosas, la que expresa la inteligencia colectiva de la sociedad y el otro, es la capacidad de responder de la tecnología. Entonces concluimos que la suma de las dos es una ciudad inteligente. Una ciudad donde solo haya capacidad de definir necesidades sin implementación de tecnologías y soluciones de tecnologías, no es Smart City. 

ECOS: ¿Son directamente proporcionales ciudadanos y tecnologías al desarrollo de las ciudades?

JH: Si alguien piensa que una ciudad avanza solo con tecnología, con sensores, con mecanismos tecnológicos, sin la inteligencia colectiva, de construir un proyecto conjunto, no es una Smart City. 

ECOS: ¿Así lo empezó a aplicar en Barcelona?

JH: Si quieren un ejemplo de Barcelona siempre digo que lo más Smart City de Barcelona es el ensanche, creado en 1850. Es decir, la estructura de un urbanismo racional, igualitario y moderno, que supo ver la movilidad hacía el futuro, mucho antes que existiese el coche. Por tanto la estructura física de una ciudad para mi es lo más Smart en el caso de Barcelona. 

ECOS: ¿Para lograrlo se deben incluir todos los sectores: el ciudadano, la administración de la ciudad, los empresarios?

JH: Una dimensión bien importante de Smart Cities es que un nuevo gran sector, el  económico, es decir, hablo de Barcelona, ciudad industrial, se vinculó. Salió bastante bien de la primera y la segunda revolución industrial. Hace 25 años pensamos nosotros como ciudad, por eso nos podemos adaptar a la tercera, cuarta revolución industrial. La respuesta nos la están dando las nuevas generaciones de gente de Barcelona y de mucha gente en el mundo que vienen a generar la nueva economía desde una ciudad. Esa misma ambición es la que debe tener Bogotá, 

Ecos: ¿Cómo debe ser un buen proyecto de ciudad?

JH: Es ciudad con convivencia, con calidad de vida, que respete el medio ambiente. Es la mejor manera de llevar adelante una nueva economía en una ciudad, porque la nueva economía pide ciudad. La industria pedía polígono industrial, pero la nueva economía basada en el conocimiento, en el talento, la diversidad, pide la mezcla de mucha gente interactuando. 

ECOS: ¿Innovando?

JH: El entorno de la mezcla de mucha gente puede ser la base para innovar. Eso es lo que estamos viviendo, no tomen solo la Smart Cities como aquello que tenemos para proveer servicios públicos y mejorar la calidad de vida. No solo son elementos para mejorar las condiciones, sino que además la dimensión de la nueva economía urbana está ligada a la transformación digital. Y esto provee de los puestos de trabajo, del presente y del futuro. 

ECOS: ¿Qué óptica tiene sobre este tema en las ciudades de Colombia?

JH: Creo que es una gran oportunidad que no deben desaprovechar. La transición digital aporta más medios para poder hacer muchas cosas, pero precisa una fundamental: los ciudadanos deben tener claro los objetivos que tienen para su cuidad y esto solo se hace pensando colectivamente, en mirar cómo debe ser el  futuro de nuestras ciudades. Elaborando un proyecto, un plan basado en el consenso que nos permita trabajar más allá de mandatos electorales, es decir, una visión compartida de medio y largo plazo de las ciudades. Creo que esta es la mejor base para que después la tecnología digital nos permita avanzar en el desarrollo económico, en el respeto medio ambiental, en la cohesión social, y por tanto, avanzar como ciudad para que sea más cohesionada y prospera. 

ECOS: ¿Estamos muy quedados en Colombia en este aspecto?

JH: No, creo que en Colombia ha habido una evolución positiva porque veníamos primero de grandes problemas nacionales y de convivencia. La gran fuerza que tienen las ciudades de Colombia es la sociedad civil porque quiere participar y hacerse protagonista de su ciudad. Si a esto le añadimos cada vez una política institucional, de más calidad, la suma de ambas cosas, la fuerza de la sociedad y una mejor institucionalidad, es lo que nos puede permitir que se avance más. Es evidente que en todo hay mucho tramo para avanzar, pero creo que se ha hecho un esfuerzo. 

ECOS: ¿En el caso de Bogotá como estamos?

JH: Creo que la condición de la transformación digital en las ciudades es que aporte a mejorar la calidad de vida, si se deteriora más calidad de vida, no vale la pena. Estoy seguro que la transformación digital puede aportar grandes cosas a la capital de Colombia. Veo que las está empezando a aportar y si hace un esfuerzo de política pública, al lado del dinamismo de la propia sociedad, estoy seguro que Bogotá tiene muchos elementos para ser una de las mejores Smart Cities del continente, sin ninguna duda. 

ECOS: ¿La revolución digital y la urbanística deben ir directamente relacionadas en los proyectos de las administraciones?

JH: Si, tienen que planificar, impulsar, ayudar y generar el campo de juego donde después la sociedad ponga la innovación, los riesgos, es decir,  creo que una Smart City se basa en la colaboración entre lo público y lo privado. Personalmente no creo en las Smart Cities que todo sale de la administración y tampoco creo en las Smart Cities en donde la administración no tiene ningún papel. Creo en la colaboración público privada. 

ECOS: Se aproxima un proyecto electoral en Colombia ¿qué debe tener en cuenta el próximo alcalde para avanzar en esos aspectos y administrar la Capital de la República de Colombia?

JH: Bogotá históricamente precisa de grande acuerdos, entre los propios ciudadanos, pero también de un gran acuerdo de Estado para Colombia. Cuando  hablamos de la movilidad de Bogotá nos referimos a décadas sin un transporte masivo público colectivo. La verdad, no ha habido ese gran pacto de acuerdo y es absolutamente indispensable que lo haya. 

ECOS: ¿Para lograr, por ejemplo, el metro de la capital?

JH: Creo que es un gran objetivo. Es decir, una metrópolis de más de 8 millones de ciudadanos no se puede entender en el futuro sin grandes proyectos de infraestructura de transporte público colectivo, que tenga una gran capacidad para mover gente, esto, le diría, es física pura. 

ECOS: ¿Si el proyecto no es en consenso no hay nada que hacer, no se avanza?

JH: Una ciudad inteligente es un proyecto de ciudad, no es un proyecto de un equipo de Gobierno o solo un plan institucional. De manera que en una Smart City evidentemente hay una parte que es política pública, política pública que intenta optimizar, generar políticas de transformación para conseguir sostenibilidad, mayor equidad ciertos valores. Esta política pública se debe planificar, diseñar y después ejecutar con una participación pública y privada, también con la implicación empresarial. 

ECOS: ¿Simple y llanamente un Smart City es mucho más que una política pública?

JH: Es una cultura social en toda la ciudad, donde la gente innova, utiliza la ciudad para intentar generar nuevas soluciones innovadoras, que a veces vienen desde la institución y otras desde la sociedad. De manera que un Smart City es un proyecto estratégico de ciudad que efectivamente tiene que desarrollarse más allá de la alternancia de los mandatos políticos. En Barcelona hemos vivido alternancias políticas pero el concepto en Smart City se sigue desarrollando porque no es el capricho de un político, es el proyecto integral de toda una ciudad. 

ECOS: ¿Qué hacer en Bogotá con respecto al proyecto Metro, donde no hay una continuidad con los alcaldes que llegan?

JH: Un metro cuesta años construirlo, por tanto los proyectos de infraestructura, de transporte colectivo, en cualquier ciudad del mundo, son proyectos de ciudad y de país. Es decir, evidentemente necesitan un acuerdo de ciudad, acuerdo nacional. Quien empieza una obra para desarrollar un Metro, no será el que inaugure el Metro. De manera que tanto en Smart City, como en un Metro, como en cualquier otro elemento interesante de una ciudad, la idea de visión, proyecto compartido a medio y largo plazo, es la solución, es el método.

 

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