Por Felicia Saturno Hartt. Foto: empireweb.ar.- La polémica sobre las declaraciones de Juan Carlos Vélez marcarán la historia del Mercadeo Político. Sobre todo, por la efectividad del mensaje y la capacidad para manejar targets complejos y diversos como el colombiano.
Ciertamente que Juan Carlos Vélez, con lo acertado de su estrategia para la Campaña del No a la Paz, estará muy cotizado como CEO de la Segmentación. Si pudo llegar, no sólo a la victoria del controvertido No y crear la abstención más grande de la historia de Colombia, como será de avezado para vender productos y servicios, menos complicados y menos costosos políticamente.
La planeación estratégica es un proceso de crear y mantener el equilibrio entre objetivos, recursos y oportunidades del mercado. Y Juan Carlos Vélez supo cómo segmentar estratégicamente los mercados para que el mensaje fuese eficaz.
Según sus declaraciones al diario La República, la Campaña del No “ha sido la más barata y más efectiva de la historia”. Eso no se discute. Asumió uno de los temas más unidos a la esfera de lo individual, de lo que exaspera, la indignación. Un sentimiento no lógico, primitivo, pero humano. Un componente de la actitud que sólo expresa emociones y escapa a la razón.
Vélez jugó bien con los recursos que tenía, además. Tomó la eficacia de las redes sociales para viralizar los contenidos, que tocaban sentimientos y segmentó los recursos audiovisuales disponibles por región colombiana y por clase socioeconómica y cultural. El dividendo fue claro, porque utilizó una segmentación demogeográfica (zonas, datos demográficos), psicográfica (personalidad, estilo de vida, valores) y actitudinal (posiciones, sentimientos y creencias frente al proceso de paz).
No sé porque Álvaro Uribe Vélez regaña a Vélez. Fue efectiva su estrategia e hizo, en corto tiempo y con escasos recursos, una victoria imposible a la trascendencia del momento histórico. El no mintió. Él lo hizo.
Indudablemente que esta estrategia integró un equipo profesional, no sólo a Vélez, pero que lástima que no estuvo del lado del Sí a la Paz.
“La Fiscalía General de la Nación dispuso la apertura de la investigación correspondiente, con el fin de establecer si las afirmaciones del Dr. Vélez Uribe constituyen una conducta punible a la luz de la legislación nacional”, señala un comunicado del ente acusador.
Las denuncias fueron radicadas por los abogados Pablo Bustos y Elmer Montaña por el delito de fraude al sufragante.
Habría que preguntarse si ello es un pecado, un delito o una práctica consuetudinaria en los equipos políticos. El problema es no vanagloriarse del éxito.
Por eso, en Política, hay que saber administrar las victorias.
 
                     
						 
 