Redacción Ecos. Foto SIG.-Después de la reunión del Presidente Juan Manuel Santos con los ex presidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, entre otros dirigentes que apoyaron el no en el plebiscito, se abre paso a un nuevo acuerdo que permita sacar de la incertidumbre el proceso de paz firmado entre el Gobierno y las Farc, que quedó en el limbo con la derrota del sí el domingo 2 de octubre.
El senador y jefe máximo del Centro Democrático, Álvaro Uribe, a la salida de la Casa de Nariño resaltó que deberán introducirse cambios y modificaciones en los textos de La Habana para producir un nuevo acuerdo de paz y que el Jefe de Estado expresó voluntad para lograrlo.
"Reiteramos la necesidad de que las Farc cesen todos sus delitos y que sus integrantes gocen de toda protección", dice un aparte del comunicado que a renglón seguido indica que ""Pedimos a Naciones Unidas que acompañe este nuevo proceso en Colombia. Es mejor la paz para todos los colombianos, que un acuerdo débil para la mitad de ellos".
Agregó que "también pedimos las preocupaciones por los valores de la familia y que instituciones como la justicia deben ser mejoradas pero no sustituidas. Insistió en que el domingo se rechazaron los acuerdos pero no la voluntad de paz de todo el país.
La siguiente es la declaración del senador Uribe:
“Agradecemos al señor Presidente de la República la cita que nos concedió hoy.
Manifestamos ajustes y proposiciones iniciales, que deberán introducirse a los textos de La Habana para buscar un nuevo acuerdo de paz, que vincule a la totalidad de los colombianos. El Presidente de la República expresó voluntad para lograrlo.
El proceso iniciado a partir del domingo debe adelantarse con ausencia de violencia. A las dificultades que se derivan de 200 mil hectáreas de coca, el ELN, los disidentes de FARC, las bandas criminales, el micro tráfico, la extorsión, no se debe agregar un nuevo motivo de violencia.
Reiteramos la necesidad de que la FARC cese todos los delitos y que sus integrantes gocen de efectiva protección. Expresamos al Gobierno soluciones jurídicas y económicas, vinculadas a la eliminación del narco tráfico, que sean inmediatas para los guerrilleros rasos, no incursos en delitos de lesa humanidad.
Pedimos a las Naciones Unidas que acompañe esta nueva etapa de la democracia colombiana porque el resultado del domingo rechazó los acuerdos pero reafirmó el deseo unánime de paz.
Pedimos comprensión y apoyo a la Comunidad Internacional. Es mejor la paz para todos los colombianos que un acuerdo débil para la mitad de los ciudadanos.
Manifestamos que debe haber claridad, por parte del Gobierno, que los acuerdos no pueden asimilarse a un Tratado Internacional, ni a un Acuerdo Especial, menos después de haber sido rechazados por el pueblo.
Insistimos en la necesidad de un alivio judicial, sin impunidad, por intermedio de nuestras instituciones, a los integrantes de las Fuerzas Armadas.
Hemos reiterado las preocupaciones por la impunidad total, la elegibilidad política de personas responsables de delitos de lesa humanidad, por los secuestrados de quienes nada se sabe, por los miles de niños reclutados que no han regresado a sus hogares. Presentamos nuestras preocupaciones por los valores de familia.
Se pidió al Presidente de la República reconocer a todas las victimas de FARC.
Hemos repetido que instituciones como la justicia deben ser mejoradas pero no sustituidas.
Insistimos ante los colombianos que un acuerdo que ponga en riesgo la iniciativa privada cierra las posibilidades de superación de la pobreza y de construcción de equidad.
Haremos de nuestra parte todo el esfuerzo para aportar en la construcción de un buen consenso para nuestra democracia. Mañana se continuará la reunión a través de comisionados de diferentes sectores representativos de la campaña del No.”
 
                     
						 
 